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La línea de indigencia avanzó 17% entre julio y agosto producto del fuerte aumento en los precios de los alimentos, informó este viernes el Indec. En tanto, la línea de pobreza subió 14,3% a la par de la inflación mensual, mientras que la canasta de crianza de menores de edad saltó entre 25,6% y 26,6% dependiendo de la edad de los infantes. De esta forma, las valorizaciones de las tres canastas asociadas a las condiciones de vida que releva el Indec arrojaron datos preocupantes respecto del avance de la pobreza en el país.

Las cifras del Indec se posicionaron por encima de los ya alarmantes valores que la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires había publicado a mitad de semana, con una suba del 14,4% en la línea de indigencia y del 13,1% en la de pobreza para la población porteña. Con los datos del Indec a nivel nacional, la canasta básica alimentaria (CBA) para una familia conformada por una pareja con dos hijos en edad escolar se ubicó en $130.590,35. Es decir, que aquellos hogares de cuatro integrantes que no alcanzaron ese nivel de ingresos monetarios quedaron formalmente debajo de la línea de pobreza. En tanto, los que los superaron, pero no sumaron más de $284.686,95 de la canasta básica total (CBT) quedaron por debajo de la línea de pobreza.

Cifras más graves que en pandemia

Cabe recordar que en el segundo semestre del año pasado –último dato disponible- el 39,2% de la población nacional estaba por debajo de la línea de pobreza (2,7 puntos porcentuales más que en el primer semestre) y 8,1% de los habitantes del país estaban por debajo de la línea de indigencia (0,7 puntos menos). A partir de datos del Indec, desde la Universidad Torcuato Di Tella estimaron que en la primera mitad de este año, la incidencia de la pobreza se habría elevado al 41,5% y que, con el último salto del 14,3% en la inflación, el promedio para los seis meses comprendidos entre marzo y agosto se habría elevado al 43,2%, incluso superior a la marca más alta alcanzada durante la cuarentena y la pandemia.

Por caso, fue todavía más fuerte el incremento en las canastas de crianza que mide el Indec, aunque con otra metodología. En efecto, los bienes y servicios asociados a los menores de edad subieron 22,5% mientras que la valorización de las tareas de cuidado se incrementaron en un 28%, lo que resultó en un incremento del 26,6% en la canasta de crianza de los menores de 3 años y porcentajes algo menores para los niños más grandes.

El salto en la inflación y en las líneas de pobreza e indigencia a raíz de la devaluación superaron las proyecciones iniciales del Gobierno, que no esperaban llegar los dos dígitos mensuales. Por caso, para una familia de cuatro integrantes el encarecimiento de la CBT entre julio y agosto se incrementó $35.725, haciendo insuficiente el aumento de $30.000 para los salarios en blanco dictado por el Gobierno para septiembre y agosto. Fue precisamente la insuficiencia de la primera tanda de medidas de recomposición de los ingresos para paliar los efectos de la aceleración inflacionaria lo que derivó en una nueva ronda de anuncios. Es que, el refuerzo de $10.000 para los trabajadores informales por dos meses o el refuerzo de  la Tarjeta Alimentar para una familia con dos hijos  de$8.500 por mes tampoco terminó de compensar el aumento de $18.949 de la CBA para una familia tipo./BAE

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