Un hombre llevó a cabo un particular plan familiar con su hijo: lejos de las plazas y los deportes, el padre lo llevó a jugar a la lotería y le dejó elegir los números de la apuesta al pequeño. Lo que no sabía es que todo terminaría con una millonaria fortuna a su favor.
Todo jugador que apuesta en la lotería participa con la esperanza de ganar un premio importante que le pueda cambiar la vida. Son pocos los que lo logran, por lo que, cuando ocurre, suelen hacerse virales.
En esta oportunidad, debemos viajar hasta el estado de Carolina del Norte, en Estados Unidos, para conocer a David Morris, un padre de familia que es un apostador recurrente.
El hombre, en una tarde con su hijo, decidió llevar a cabo un plan familiar poco habitual. Es que, lejos de las plazas, los helados o los videojuegos, el apostador decidió llevar a su pequeño a una agencia de lotería para jugar a Mega Millions.
En una agencia de la ciudad de Pineville, Morris tuvo la -para él- genial idea de dejar que su hijo elija los números a los cuales debía jugarle, con la esperanza de conseguir el premio mayor de Mega Millions.
Era la primera vez que el hombre jugaba a este juego en particular, por lo que decidió compartirlo con su hijo, a quien le dio la chance de que sea parte del plan “junto a papá”.
Tras realizarse el sorteo, el hombre se llevó una gran sorpresa al ver en las noticias que un billete del Mega Millions, vendido en Pineville, había resultado ganador del premio máximo: un pozo acumulado de un millón de dólares.
El hombre corrió a ver su ticket y, tras chequear los números, se dio cuenta de que los números elegidos por el pequeño fueron los mismos que salieron en las bolillas blancas y lo hicieron ganador.
“Empecé a hiperventilar. Llamé a mi esposa al trabajo y le dije que volviera a casa de inmediato”, comentó a los funcionarios locales luego de ganar el premio, sobre del que no reveló para qué lo usará./crónica
