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Fin de tasas negativas, baja del impuesto PAIS y acuerdo con el FMI

Aunque no hay fecha específica para liberar las restricciones, el equipo económico tiene claro que es una condición indispensable para recuperar el acceso a los mercados de financiamiento y evitar otro default. Será un tema central de la agenda del segundo semestre.

Javier Milei se ocupó de confirmar que habrá una reducción del impuesto PAIS cuando la Ley Bases quede sancionada. Así, confirmó lo que días pasados había adelantado Luis “Toto” Caputo, ministro de Economía.

La reducción desde el 17,5% al 7,5% de este gravamen (que era el nivel estipulado por el gobierno anterior para las importaciones) busca sin lugar a dudas preparar el terreno para lo que debería suceder cuando se liberen los controles cambiarios.

Uno de los principales problemas para salir del cepo, mencionado por la mayoría de los analistas, es el aumento de la recaudación del impuesto PAIS sobre el total de los ingresos públicos. El objetivo, ahora, es reducir gradualmente esa dependencia y buscar fuentes alternativas para mantener el superávit de las cuentas públicas

La eliminación de subsidios, la reimplantación del impuesto a las Ganancias, el paquete fiscal y la eventual reactivación económica deberían alcanzar, al menos teóricamente, para reemplazar la recaudación que se pierde por la rebaja del impuesto PAIS. Para fin de año este tributo ya debería desaparecer.

También, Caputo anunció que le pondrá fin a la tasa de interés negativa. De esta forma, no solo dio a entender que el proceso de licuación de pasivos en pesos por esa vía llegó a su fin. También empieza a preparar el terreno para lo que será un futuro sin controles. Para mantener la demanda de pesos y evitar la consiguiente fuga al dólar, la única manera es remunerar a los inversores con tasas de interés que superen a la inflación.

El futuro acuerdo con el FMI, que podría llegar en el tercer trimestre, es la otra pata necesaria para ir hacia la liberación de los controles. El objetivo de máxima, expresado por el propio ministro de Economía, es conseguir un desembolso significativo que permita acumular reservas y salir del cepo con un Banco Central más robusto.

El objetivo es recuperar el acceso a los mercados financieros y evitar un nuevo default de la deuda. Para eso, el riesgo país debería caer a niveles inferiores a los 1.000 puntos para fines de 2024 y luego acercarse a una zona de 700 puntos para mediados de 2025. Para que ello suceda es imprescindible antes salir del cepo, una condición necesaria para lograr ese objetivo.

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