Cada 3 de diciembre se celebra el Día del Médico
Este día, desde el año 1956, sirve para homenajear una profesión llena de pasión, inquietudes y necesidad de conocimientos de manera permanente y veloz. El 3 de diciembre se celebra el día del médico en honor al Dr. Carlos Finlay, médico cubano, que dedicó años a buscar la causa de la fiebre amarilla, y en 1881 afirmó que la enfermedad era transmitida por el mosquito Aedes Aegypti.
Palabras de la Dra. Stella Cuevas. Ser médico es mucho más que abrazar el arte de curar. Es escuchar, contener, acompañar y empatizar con el enfermo que necesita y brindar apoyo a la familia, algo que no puede faltar.
El padre de la medicina, Hipócrates, dijo: “Donde hay amor, hay arte médico”.
Un médico necesita: Un cerebro lúcido. Un corazón tierno y piadoso. Humildad. Saber escuchar. Usar un lenguaje claro. Algo de humor. Todos estos valores humanos son tan importantes como el dominio científico.
Más allá de las vicisitudes del sistema de salud, no se debe perder la esencia humana y ética.
Ser médico implica entrega, sacrificio, preocupación por quien necesita ayuda, generosidad, lealtad y honestidad. Es entregar al enfermo lo mejor de cada uno, es acompañar en la muerte digna.
Ser médico es saber que hay que ponerse en el lugar del otro, de esa manera se podrá comprender lo que el paciente necesita, sin esperar nada a cambio. Es cuidar, pero también cuidarse a sí mismo evitando el desgaste. Es saber que algún día se puede estar sentado del otro lado del escritorio.
