Secuestrado el 7 de octubre de 2023, el joven de 24 años aparece visiblemente debilitado, desnutrido y sin asistencia médica mientras implora una tregua que le permita volver con su familia
Las Brigadas Al Qasam, brazo armado del grupo terrorista palestino Hamas, hicieron público este sábado un video del rehén israelí Evyatar David, de 24 años, mostrando su extrema debilidad física mientras cava lo que él describe como su propia tumba en un túnel de la Franja de Gaza. El joven fue secuestrado el 7 de octubre de 2023 durante el ataque al festival de música Nova cerca de la frontera con el enclave palestino.
En las imágenes, difundidas tras una primera publicación el viernes donde ya se evidenciaba su notable delgadez, David afirmó: “Lo que estoy cavando es mi propia tumba”. El túnel en el que se encuentra mide apenas un metro de ancho. Posteriormente, el rehén agregó: “El tiempo se agota”, y termina desplomándose junto a la pala, luego de solicitar una tregua que le permita regresar con su familia. Un mensaje final de los captores señaló: “Sólo un acuerdo de alto el fuego puede traerles de vuelta con vida”.
Durante el video, David mostró un calendario en el que registra lo que consume diariamente, detallando que alterna entre lentejas y frijoles, con intervalos de entre uno y tres días sin alimento. Según testimonios de ex-rehenes que lograron salir de Gaza, los videos difundidos por las milicias palestinas suelen estar guionados; no obstante, han confirmado privaciones de alimento y episodios de agresiones físicas y psicológicas durante su cautiverio.
En una de las escenas, David expresó: “Esta es para dos días, para mantenerme con vida”, comiendo directamente de una lata de legumbres. Dirigiéndose directamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró: “Siento que he sido abandonado. Como primer ministro de mi Gobierno tienes que cuidar de mí y de los otros prisioneros”. Insistió en que en Israel existe una convicción de que las autoridades deben velar por quienes están encarcelados por el enemigo, y expresó su sentimiento de abandono: “Todo lo que he aprendido y con lo que he crecido es una mentira”.
El caso de Evyatar David no es aislado. El jueves por la noche, la Yihad Islámica Palestina también publicó imágenes del rehén Rom Braslavski, de 21 años, que muestra signos evidentes de desnutrición y suplica a las autoridades israelíes que permitan la entrada de alimentos a Gaza.
Hasta el momento, de las 251 personas secuestradas el 7 de octubre, 49 permanecen cautivas en Gaza; de ellas, 27 se presume han muerto, según datos del ejército israelí.

Las publicaciones de videos de rehenes se producen en momentos de estancamiento en las negociaciones de alto el fuego en la Franja de Gaza. El enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, se encuentra en Israel conversando con familiares y manifestantes, quienes han instalado un campamento de protesta con alambre de púas reclamando el retorno de los secuestrados. Witkoff aseguró a las familias que “la meta es terminar la guerra, no expandirla”, y añadió que el Gobierno estadounidense ahora respalda un acuerdo integral para la liberación de los rehenes y una tregua prolongada, descartando acercamientos fragmentados.
La familia de David ha expresado públicamente que está presenciando cómo “Evyatar es deliberadamente y cínicamente sometido a una campaña de hambre en los túneles de Hamas, un esqueleto vivo enterrado en vida”. Han exigido que cualquier ayuda humanitaria que entre a Gaza llegue también a los rehenes, y han reclamado a los medios israelíes no reproducir contenidos propagandísticos de las milicias.
Un alto funcionario israelí aseguró, citado por medios locales, que los captores de Hamas “no padecen la misma desnutrición que los rehenes”, y que la escasez de alimentos entregada tiene intencionalidad punitiva dirigida tanto a los rehenes como a sus familias y al público israelí. Israel ha rechazado las acusaciones de estar empleando la hambruna como herramienta, calificándolas de propaganda de Hamas.
El caso de Evyatar David y la difusión recurrente de imágenes de rehenes muestran la utilización mediática de la situación humanitaria y la presión psicológica ejercida sobre la sociedad israelí y la comunidad internacional en medio de la crisis y la persistente falta de acuerdo para un alto el fuego en Gaza.