Las calles del micro y macrocentro siguen destruidas, sin mencionar por fuera de las 4 avenidas
La seguridad vial depende de muchos factores, entre ellos está el estado de las calles. En Tucumán, al manejar, hay que estar atentos a los cruces peatonales, a los vehículos que están alrededor, a los semáforos pero, sobre todo, A LOS POZOS QUE HAY EN LAS CALLES.
Por un instante, imaginense una moto con el conductor, la mujer y dos hijos (todos sin casco, obvio), una distracción y “se come” uno de los cráteres de las calles, se cae y la desgracia que podría suceder.
La Municipalidad de San Miguel de Tucumán debería priorizar las arterias más transitadas. Si todavía no le da el tiempo de tapar los miles de baches que hay en la ciudad, debería arbitrar los medios para señalizar y evitar accidentes.
EL ciudadano sigue pagando altos impuestos, es hora que el gobierno de turno devuelva con obras lo que “le saca” a cada tucumano.
Sin Código Tucumán recibe cientos de fotos con calles destruidas. De a poco se van haciendo los reclamos desde el diario. Este caso puntual es en calle Santa Fe al 700. Una zona de mucha movida gastronómica. Al lado del cráter, con agua cloacal estancada, funciona un bar que, por resguardo de sus clientes, señalizó con ¡cajones de madera! para evitar accidentes y un baño con agua podrida.
¡Vergüenza!.
