Es lo que realmente vale a la hora de ganar una elección
Hace muchos años, el Presidente de los Estados Unidos, Bush tenía niveles de aprobación superiores al 80%. Pero la economía atravesaba una etapa de recesión, y Bush no fue reelegido. Quedó desde esa época la frase: “es la economía estúpido”. Desde entonces, esa frase se transformó en la síntesis más cruda de la incidencia de factores como crecimiento, inflación o empleo a la hora de votar.
En Argentina y, particularmente, en Tucumán la economía está en terapia intensiva: una inflación mensual, del último mes, de 8,4% y una estimada para el mes de mayo superior al 9%. Una interanual de alrededor del 120%. Un aumento de la pobreza y la indigencia como nunca antes visto. Salarios por debajo de la línea de pobreza.
Según un informe realizado por la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina y El Caribe) y el Palacio de Hacienda, más de la mitad de las familias argentinas recurrió al financiamiento “para sostener consumos cotidianos y básicos”, es decir, se endeudó para sostener consumos como comida y medicamentos. Increíble pero real.
En Tucumán, existen más de 100 mil empleados públicos, es decir, que dependen de un sueldo del Estado. Aún así, no les alcanza para llegar a fin de mes. Ni hablar de los empleos “en negro”, donde se carece de los derechos mínimos de cualquier empleado, como por ejemplo, una obra social o vacaciones, con ganancias diarias que solo les alcanza para la comida del día. Los empleados “en blanco”, con sueldos también paupérrimos, y generalmente “explotados” por sus empleadores.
A la gente no le alcanza la plata. No llegan a fin de mes. Cada día más endeudados.
Por más esfuerzos que hagan los políticos en campaña, por más buena imagen que posean, los bolsillos están vacíos. Y la gente vota según el bolsillo.
ES LA ECONOMÍA ESTÚPIDO
