A poco más de 70 días para la elección provincial la oposición está más dividida que nunca, y cada vez más personas decepcionadas
En un país o provincia democráticamente normal, existe un oficialismo y una oposición. La alternancia en el poder es algo lógico y esperable. La renovación de la dirigencia es algo habitual. ¿Y en Tucumán?.
Nada de eso sucede. Hace muchísimos años existe un mismo oficialismo. La misma cantidad de años llevan ocupando cargos, provinciales o nacionales, los mismos apellidos. ¿Oposición?. No hay. Entonces hay que preguntarse: ¿La oposición es cómplice del oficialismo?. Visto los hechos, podríamos decir que probablemente sí.
Esta nota no está hecha desde una mirada oficialista ni opositora. Este diario trata de mostrar una opinión sin partidismo.
Muchos tucumanos apostaron a una oposición en la provincia hace dos años. Recordar que estuvieron a dos puntos del oficialismo. Tuvieron dos años para pactar, entre los diferentes partidos que componen Juntos por el Cambio, la forma de elegir candidatos para las elecciones de este año. ¿Lo hicieron?. No. Y ahora, a 70 días de unas elecciones que elegirán a la máxima autoridad provincial, siguen sin ponerse de acuerdo. ¿Raro no?. Si no lo hicieron en dos años, ¿podrán hacerlo en pocos días?. Y aunque lleguen a un acuerdo, terminarán con bastantes heridas y rencores. ¿Y la gente?, ya se cansó, está desilusionada y les perdió credibilidad. No todos, pero sí una gran parte del electorado.
¿Bussi, Masso?, la gente ya sabe que terminan siendo funcionales al oficialismo.
En las últimas elecciones el gobierno provincial, con los mismos actores que ahora, sacó alrededor del 40% de los votos; o sea, que casi el 60% de la población tucumana es opositora.
Roberto Sánchez y Germán Alfaro, las dos caras más visibles de la oposición lo saben. ¿Y no se ponen de acuerdo?. ¿Son o se hacen?. Da la sensación que se hacen.
Entonces, el que es partidario del gobierno actual la tiene fácil. El que no está de acuerdo con la actual conducción oficial la tiene complicada. ¿Opciones?: las hay, pero se sabe que divididos no alcanza.
El pueblo tiene el gobierno que se merece…¿será?.