Para muchos “desinhibidos” es una salida laboral que les permite vivir y darse algunos lujos
El sexo es tan viejo como el universo. Siempre creo morbo, deseos, y hasta produjo la caída de algún gobierno. Es el instinto básico que no tiene límites. Es uno de los oficios que más plata mueve y, muchas veces, al borde de lo ilegal.
Lucas Guzmán, de 37 años, cuenta su historia, que seguramente es muy parecida a las muchos chicos y chicas que, ante la crisis económica, vieron una salida laboral. Lucas es padre y marido, tiene un maxi kiosco y una distribuidora de bebidas pero, de noche es stripper desde que tenía 23 años. Actualmente, también tiene una cuenta en la plataforma de contenido erótico OnlyFans.
Lucas quería ser boxeador pero era muy delgado. Una noche un amigo lo llevó a un boliche gay y le abrió los ojos a otro mundo: el de la noche. Empezó como tarjetero y terminó bailando sobre una tarima de una disco. Fue la puerta de entrada al universo stripper.
Así empezó a entrenar en el gym y dar shows en las noches. Dejo su trabajo en un supermercado y decidió vivir de desnudarse. “Con lo que gano como stripper puedo sostener a mi familia. En un día cobro lo que capaz otra persona cobra en una semana”, cuenta.
Su debut en las primeras ligas fue en su actual casa laboral, el Golden, donde gana 10 mil pesos por noche. A la par de sus eventos presenciales, las redes sociales se volvieron, también, su faro de difusión y fuente de trabajo. Abrió una cuenta en Instagram para hacer, desde allí, shows virtuales. Los usuarios le piden más imágenes por privado a cambio de distintas sumas de dinero. “Recibo mensajes un 70% de hombres y un 30% de mujeres. Están dispuestos a pagar de 8 mil pesos en adelante para ver más. Igual lo tengo claro: por plata y por principios, no hago cualquier cosa”, dice.
Desde fines de 2021 es un chico OnlyFans, también. Llegó a la plataforma en medio de la pandemia, como muchos. Sus mayores consumidores son hombres. Cuenta que el 80% del dinero que gana en la plataforma es para él y el 20% para la App. “Si le ponés energía, podés hacer una diferencia considerable”, comenta.
Lucas cuenta que puede ganar, al menos, 800 mil pesos mensuales “mostrando su cuerpo”. Entrena dos horas por día y su máximo objetivo es poner su propio gimnasio. “Soy un tipo común. Si volviera el tiempo atrás, me dedicaría a lo mismo”, asegura.
