Comercios abiertos, escuelas en su mayoría abiertas, administración pública con función reducida, menos gente en las calles
Hasta ahora, el paro general de la CGT -el tercero en poco más de un año- solo provocó indignación en los propios trabajadores que ellos mismos dicen defender. En su gran mayoría, el ciudadano común quiere trabajar y, este tipo de medidas, solo los perjudica. Donde más se hace sentir la bronca es en Buenos Aires, donde las distancias son mucho más grandes y, al no funcionar subte y tren, se observaron malestar generalizado porque el único medio para desplazarse es el colectivo.
En Tucumán, al funcionar normalmente los colectivos, la actividad está siendo prácticamente normal. Los bancos, al adherirse a la huelga, ha hecho disminuir la actividad en la “city” provincial.
En CABA, los comercios están abiertos y se observa movimiento en la calle, con paradas de colectivos llenas. Cabe aclarar que allí los subtes y trenes están de paro.
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