El cuerpo humano todavía guarda secretos. Y Vitomir Maričić acaba de demostrarlo. El apneísta croata hizo historia al permanecer 29 minutos y 3 segundos sin respirar bajo el agua, una marca inédita que dejó atónitos a científicos, médicos y deportistas de todo el mundo.
La hazaña se concretó en una piscina de apenas tres metros de profundidad, en Croacia, donde Maričić permaneció completamente inmóvil en el fondo, mientras el reloj avanzaba y el oxígeno se agotaba. El tiempo que logró multiplicó por más de 60 veces la capacidad promedio de una persona, que suele resistir entre 30 y 90 segundos sin aire.
Con este logro, el deportista no solo superó el récord anterior —también en manos de un croata— sino que redefinió los límites fisiológicos y mentales del ser humano.
Años de entrenamiento para vencer un reflejo vital
Nada fue improvisado. Detrás de los 29 minutos hay años de preparación extrema, que combinan entrenamiento físico, control respiratorio y fortaleza psicológica. Los apneístas de élite aprenden a dominar el reflejo involuntario de respirar, provocado no por la falta de oxígeno, sino por la acumulación de dióxido de carbono en el organismo.
Maričić entrenó su cuerpo para tolerar niveles extremos de hipoxia y su mente para resistir el pánico, las contracciones del diafragma y la ansiedad que, en condiciones normales, obligan a cualquier persona a respirar.
Antes del intento récord, inhaló oxígeno puro durante diez minutos, una práctica autorizada por el Libro Guinness de los Récords dentro de la categoría de apnea asistida por oxígeno. Aun así, el riesgo fue real y constante.
“Mentalmente sabía que no iba a rendirme”
Durante el desafío, su cuerpo luchaba por respirar. Su mente, no. “Sabía que no iba a rendirme”, explicó luego del récord. Permaneció inmóvil para reducir el consumo de oxígeno al mínimo, mientras su organismo enviaba señales extremas de alerta.
Especialistas advierten que este tipo de pruebas conllevan riesgos severos, como pérdida de conciencia súbita o toxicidad por oxígeno, por lo que solo deben realizarse bajo estricta supervisión médica.
Un récord que va más allá del deporte
La apnea tiene raíces ancestrales, desde las buceadoras japonesas ama hasta las haenyeo de Corea del Sur. Pero en su versión moderna, se transformó en una disciplina donde ciencia, biología y autoconocimiento se cruzan en el límite de lo posible.
El récord de Vitomir Maričić no es solo una cifra impresionante. Es una señal de hasta dónde puede llegar el ser humano cuando disciplina, conocimiento y control mental se combinan. También es un recordatorio: explorar los extremos del cuerpo humano implica tanto grandeza como peligro.
Por 29 minutos, el mundo contuvo la respiración con él. Y nada volvió a ser igual.
