El periodista permanece internado desde hace unos meses y su esposa habría comenzado a desvalijarlo, según las hijas de Lanata
Bárbara y Lola Lanata, las hijas de Jorge Lanata, de 64 años, quien continúa internado en la Clínica Santa Catalina, especializada en neurorehabilitación, presentaron una denuncia contra Elba Marcovecchio, esposa del reconocido periodista y conductor.
La denuncia, que consta de 67 páginas, fue presentada ante la Justicia de Familia. Las hijas de Lanata aseguran que la conducta de Marcovecchio afectó la salud y el patrimonio de su padre.
Además sostienen que, la abogada y panelista televisiva, mantiene con ellas una actitud confrontativa y ha alejado a Lanata de su entorno. También detallan gastos considerables en tarjeta de crédito, como “dos millones de pesos en una joyería”.
Bárbara, hija de Lanata y Andrea Rodríguez, y Lola, fruto de la relación del periodista con Sara Stewart Brown, destacan que Elba no vive en el hogar de su padre, sino en otro departamento en el mismo edificio que “fue comprado en gran medida con plata de nuestro padre”.
Junto a la denuncia presentaron como pruebas audios y videos de cámaras de seguridad, donde se la ve a Marcovecchio tomando objetos del escritorio y la habitación de trabajo de su marido.
Bárbara y Lola acusan a Elba de “hurtar elementos de gran valor” y dinero en efectivo, entre “35 y 50 mil dólares”.
La alusión es a los 42 objetos entre esculturas, relojes, lapiceras, joyas, gemelos y certificados de autenticidad de obras de arte.
“El listado de faltantes en el domicilio de nuestro padre es triste”, aseguran en la denuncia.
En la denuncia también se cita a un colaborador de Lanata, quien relató una llamativa actitud de Marcovecchio durante sus visitas al Hospital Italiano, donde el conductor de Lanata Sin Filtro (Radio Mitre) se encontraba internado: “A pesar de conocer su estado de salud, le traía siempre cosas dulces como scons, lemon pie, tortas de Maru Botana. Ellas se las ponía delante para que las comiera. Le insistía para que las probara incluso cuando él decía que no”.
Lola y Bárbara, con esta presentación judicial, piden que se designe a alguien para administrar los bienes de su padre, quitándole así el poder a Elba que posee por ser la cónyuge.