El dictador Maduro: de presidente ilegítimo a capo narco internacional

La de Maduro es una banda delictiva que durante todos estos años se dedicó, también, al tráfico de armamento y al lavado de activos

Por SIN CODIGO

Nicolás Maduro sigue aferrado al poder en Venezuela a costa de la miseria de su pueblo. No solo gobierna de manera ilegítima e ilegal, luego de elecciones fraudulentas y denunciadas por organismos internacionales, sino que además está señalado como líder de una de las organizaciones criminales más poderosas del planeta: el Cártel de los Soles, un gran facilitador de rutas de otros grupos narcoterroristas como el mexicano Cartel de Sinaloa o el también venezolano Tren de Aragua.

Este cartel, integrado por altos mandos militares, funcionarios del régimen y miembros de inteligencia, convirtió a Venezuela en un Estado narco. Su principal negocio: el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y Europa, con ramificaciones que cruzan todo el continente. Distintos informes señalan que Maduro no es un simple cómplice: es el jefe político que garantiza impunidad y protección a cambio de millones de dólares.

Fortunas en la sombra

Mientras los venezolanos padecen inflación descontrolada, hambre y exilio forzado, Maduro y su círculo íntimo mueven fortunas en el exterior. Mansiones en Europa, cuentas en paraísos fiscales y negocios energéticos en África y Medio Oriente son parte del entramado de corrupción que mantiene vivo al régimen. Se estima que miles de millones de dólares salieron de Venezuela en operaciones ilegales, blanqueados a través de testaferros, empresas fantasma y pactos con regímenes aliados como Irán, Rusia y Turquía.

El acorralamiento internacional

Pero el cerco empieza a cerrarse. Estados Unidos ha acusado formalmente a Nicolás Maduro de narcoterrorismo y ofrece recompensas millonarias por información que lleve a su captura. La justicia norteamericana ya lo procesa como jefe de un cartel que inunda de cocaína las calles de su país.

A esto se suman las recientes declaraciones de varios gobiernos que analizan declarar al Cártel de los Soles como organización terrorista -ya lo hizo Ecuador y Paraguay-, lo que abriría la puerta a sanciones más duras, congelamiento de activos y operativos internacionales coordinados.

El dictador que se esconde detrás del discurso socialista está cada vez más aislado. Maduro no solo carga con el peso de ser un presidente ilegítimo; ahora, el mundo lo empieza a ver como lo que realmente es: un capo narco internacional que convirtió a un país en rehén de sus negocios criminales.

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