El cocinero italiano, galardonado con una Estrella Michelin, reveló los cambios que ha hecho en su dieta y en su vida para bajar de peso de manera rápida y efectiva
Grandi perdió 90 kilos en tan solo ocho meses, y atribuye este cambio radical a la eliminación de dos tipos de alimentos de su dieta: los carbohidratos y los azúcares. Este ajuste, junto con la incorporación de ejercicio físico y el ayuno intermitente, marcó un antes y un después en su vida, tanto a nivel físico como mental.
El chef explicó que llegó a pesar 185 kilos o incluso más, una situación que afectaba no solo su apariencia, sino también su salud general. “Consumido por la vida y los compromisos, perdí de vista mi bienestar. No solo a nivel estético, también mi salud”, confesó. Fue entonces cuando decidió tomar el control de su vida y realizar cambios drásticos en su alimentación y estilo de vida.
Los alimentos eliminados: carbohidratos y azúcares
Matteo contó que el primer paso en su transformación fue identificar los alimentos que más contribuían a su aumento de peso. “Eliminé los carbohidratos y azúcares. Esto fue lo que realmente cambió mi vida”. Según explicó, estos componentes eran los principales responsables de su estado físico y de los problemas de salud que enfrentaba.
Entonces, decidió suprimir de su dieta los alimentos procesados, incluyendo productos como la pasta y los alimentos leudados. Este cambio no solo le permitió perder peso, sino que también tuvo un impacto positivo en su bienestar general. “Perdí los primeros 15 kilos, mi piel mejoró, la psoriasis de mis codos desapareció… hasta mi sudor dejó de oler. Era evidente que mi cuerpo estaba inflamado”, relató.
El impacto en su salud y energía
“Desde que los saqué de mi dieta, me siento increíblemente mejor. Mi energía está por las nubes, mi mente está clara y trabajo con el doble de productividad”, aseguró Grandi.
Además, el impacto positivo en su salud fue evidente en otros aspectos. La desaparición de la psoriasis y la mejora en la calidad de su piel son solo algunos de los cambios que notó tras modificar su alimentación. Estos resultados, según el chef, fueron una señal clara de que su cuerpo estaba respondiendo favorablemente a los ajustes realizados.
La incorporación del deporte y el ayuno intermitente
También, Grandi decidió incluir el ejercicio físico como parte de su rutina diaria. Ahora dedica tiempo a actividades como el esquí, el running y el gimnasio. “Me despierto muy lúcido. Antes me costaba levantarme. Ha sido como salir de un banco de niebla”, explicó.
Otro elemento clave en su transformación fue la práctica del ayuno intermitente, una estrategia que le permitió facilitar la pérdida de peso. Grandi describió cómo organiza sus comidas a lo largo del día: “Al mediodía tomo huevos, salmón, aguacate y pechuga de pollo. A las 17, verduras verdes, carne, pescado, marisco o crustáceos. Luego dejo a mi organismo en paz, sin el esfuerzo de tener que procesar alimentos y producir insulina”.
Un cambio impulsado por la fuerza de voluntad
“De repente se me subió una luz en la cabeza. Lo único que hace falta es fuerza de voluntad, el resto viene después”, afirmó. Este enfoque, combinado con los ajustes en su dieta y estilo de vida, le permitió alcanzar resultados que parecían inalcanzables.
La historia de Matteo Grandi no solo destaca la importancia de una alimentación adecuada y el ejercicio físico, sino también el impacto que estos cambios pueden tener en la salud y el bienestar general. Su experiencia es un recordatorio de que, con determinación y los ajustes correctos, es posible lograr transformaciones significativas en un período relativamente corto.
