Su último cumpleaños, con vida, la pasó solo y con mala salud
Diego pasó la noche del 29 de octubre de 2020, día anterior a su cumpleaños, en su casa de Brandsen. Estuvo acompañado de su hija Jana y parte de sus colaboradores habituales.
Según relatan testigos, había tomado mucho alcohol. Recibió la visita de Sebastián Méndez, al día siguiente. Sebastián era su asistente en la dirección técnica de Gimnasia y fue para acompañarlo en su cumpleaños.
También lo visitó Jorge Broun, arquero del “Lobo”. Lo encontró recostado y con mal humor.
“El dia de su cumpleaños Diego estaba bastante triste porque quería juntar a todos sus hijos. Lo había intentado en una comida, pero no salió como esperaba. A él los cumpleaños lo ponían mal. En todos los cumpleaños los preparativos había que hacerlos a escondidas. En ese cumpleños en particular estaba muy triste. Fui a la habitación y le dije: mirá que no hace falta que vayas (a la cancha de Gimnasia por el comienzo del torneo oficial). El día del cumpleaños, cuando le dije esto, me respondió que no porque tenía que hablar con Tinelli y pidió que la camioneta lo esperara. Entro hago eso y me voy, dijo”. Todo esto fue el testimonio de Christian Maximiliano Pomargo, su asistente personal, al declarar como testigo en la causa donde se investiga la muerte de Maradona.
Esa tarde, rompió el protocolo de Covid y se estrechó un abrazo con Marcelo Tinelli, quien le regaló una plaqueta con la frase “Felices 60 años”, previo al partido que debía disputar el último equipo que Diego condujo como entrenador.
Maradona ese día casi no podía moverse y su mirada estaba perdida todo el tiempo. Aún en estado tambaleante y sin poder articular palabra, contempló el panorama de lo que sería su última incursión en un campo de juego y después se retiró.
Fue el último día de su cumpleaños, el número 60 y su imagen impresionó.