NOVEDADES

Fue a raíz de las quejas de los padres por el uso de estos textos -que incluyen crudas descripciones de actos sexuales– en clases de ESI

La Fundación Natalio Morelli, dedicada a la protección de los derechos de niños y adolescentes, denunció penalmente a la máxima autoridad educativa bonaerense, el director general, Alberto Sileoni, por la distribución en escuelas de textos que incluyen contenido sexual explícito y temáticas consideradas inapropiadas para estudiantes de entre 12 y 15 años.

La presidenta de la fundación, Bárbara Morelli, explicó que esta decisión fue impulsada por la preocupación de padres y miembros de su organización, quienes consideran que el contenido de estos libros podría afectar negativamente el desarrollo de los jóvenes. Morelli expresó su alarma sobre el tipo de material que llegó a bibliotecas y aulas de Buenos Aires. “Es una degeneración que este tipo de libros estén en las bibliotecas escolares”, afirmó. Según ella, aunque algunos textos no son de lectura obligatoria, el hecho de que se encuentren disponibles en el entorno escolar ya representa una exposición inapropiada para estudiantes en plena etapa de desarrollo.

Morelli sostiene que varios de los textos distribuidos incluyen escenas de contenido sexual que, desde su perspectiva, son innecesarias para el aprendizaje escolar y podrían influir de forma negativa en los menores. “Nosotros llevamos semanas investigando el contenido de estos libros, algunos de los cuales se pueden descargar por PDF, y observamos escenas con contenido sexual explícito que, en nuestra opinión, no son apropiadas para adolescentes tan jóvenes”, señaló.

En respuesta a la controversia, el ministro de Educación de Buenos AiresAlberto Sileoni, defendió la inclusión de estos libros en las escuelas, explicando que se trata de literatura y que los adolescentes tienen, de todas maneras, fácil acceso a este tipo de temas a través de internet y redes sociales. “Nosotros no somos provocadores, somos educadores. No son libros para educación sexual, forman parte de una colección llamada Identidades Bonaerenses”, aclaró. “No se obliga a los estudiantes a leerlos. Son herramientas de apoyo para los docentes, que abren un mundo al que muchos chicos no tienen acceso”, enfatizó.

COMPARTIR NOTICIAS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *