Hasta ahora, las medidas del gobierno nacional, provincial y municipal no convencen. Ajustar al pueblo y que la política siga sin mostrar un plan, eficiencia, ejemplo y castigo a los que robaron, no es un buen síntoma para la ciudadanía
A nivel de la provincia de Tucumán y de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán lo mostrado, a 40 días de haber asumido, tiene sabor a poco o nada.
El gobernador Osvaldo Jaldo lo único que hizo es reducir, apenas, los cargos políticos que en porcentaje es insignificante en el presupuesto provincial. Eso sí, aumentó impuestos. Del presupuesto millonario que maneja la Legislatura no habla. Si bien es otro poder, el líder oficialista se llama Osvaldo Jaldo y si él quiere, ese presupuesto se achica.
Jaldo manifiesta que “no le tiene miedo a una reforma constitucional” (hay un reclamo generalizado que se acabe la maldita y tramposa forma de votar en la provincia) sin embargo, hasta ahora no presentó ningún proyecto para tratar un cambio en la forma de votar (boleta única). El gobernador cree que, por empezar a trabajar a las 7 de la mañana, la gente estará contenta. El ciudadano quiere hechos concretos que le mejoren la vida, tanto en lo social como en lo económico.
En el municipio de la Capital tucumana, también a 40 días de haber asumido, no se observan cambios. Es poco el tiempo para obras pero, sigue sucia, muy sucia y eso se soluciona con poner empleados a barrer. Los baches del micro y macrocentro siguen presentes. Los agentes municipales hacen horario comercial y en los cortes o embotellamientos brillan por su ausencia. Son medidas que no necesitan grandes esfuerzos, solo ordenar y programar lo que ya se tiene.
Ahora, la intendente Chahla pide que se declare emergencia sanitaria y ambiental en la Capital. Traducido, la habilita para manejar de fondos sin autorización del Concejo Deliberante o hacer contrataciones directas. Lo ambiental es importante pero la ciudad tiene cosas más urgentes que solucionar y que si impacta en el bienestar de la gente.
A nivel nacional, Milei no presentó ningún plan económico, solo ajustes para el pueblo y algunas medidas. El Presidente dice “no hay plata” y que pasa con los millones robados por funcionarios anteriores, ¿no se hará auditorías?, ¿no se hará presentaciones judiciales?, ¿nadie irá “en cana”?. O sea, los anteriores robaron todo, nadie les reclama nada y ¿es el pueblo el que debe hacer ajustes?. Milei aumenta el monto a los planes sociales pero sigue jodiendo a los que trabajan.
Estimados gobernantes, ya no existe la “luna de miel” que duraba unos 100 días entre ustedes y los votantes. Ahora, la paciencia no existe. Cuidado, porque cuando el pueblo hace tronar su enojo más vale esconderse.
TICHO, para Sin Código Tucumán
