Con la suspensión de más de 150 trabajadores, pertenecientes a las empresas urbanas de pasajeros, se inició un nuevo conflicto que parece no tener una solución a corto plazo
Un nuevo capítulo en la interminable novela del transporte público en Tucumán, tiene en vilo a los únicos perjudicados: los ciudadanos que necesitan trasladarse en colectivos por la ciudad
Con la decisión de los empresarios de suspender a más de 150 trabajadores, el gremio UTA-Tucumán decidió tomar medidas de fuerzas. Este miércoles, un paro sorpresivo de tres horas de duración. Hoy jueves, paro de 24 horas. Mañana viernes, es una incógnita qué pasará con los colectivos.
El paro, convocado por UTA-Tucumán, comprende la totalidad de las líneas urbanas de pasajeros -de la 1 a la 19- excepto la Línea 8, que no adhirió porque desde la empresa no se suspendió a ningún trabajador. Con respecto a las demás líneas suburbanas y rurales, el trabajo es normal.
“Nunca dijimos que la medida era por 24 o 48 horas. Hoy estamos de paro, durante el día va a continuar y a la tarde con los delegados internos del gremio vamos a decidir los pasos a seguir para mañana”, expresó a la prensa César González, secretario general de UTA.
“Si levantan la suspensión a los compañeros (son 154), se va a destrabar la medida”, advirtió el dirigente, dejando abierta la posibilidad de un acuerdo si las empresas retroceden con la decisión.
Para este viernes se convocó a una mesa de diálogo prevista en el Concejo Deliberante, con el objetivo de acercar posiciones entre las partes y buscar una salida al conflicto que afecta a miles de usuarios del transporte público. Sin embargo, González aclaró que hasta el momento no recibió una invitación formal.
“Es una mesa de diálogo para ver cómo se soluciona el problema del transporte público, pero hasta acá yo no tengo conocimiento de que me hayan convocado”, señaló.
