En medio de la conmoción por el crimen de la influencer Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años que encontraron muerta este jueves en el interior de su auto en la ciudad de Córdoba, Néstor Soto fue a declarar ante las autoridades como un amigo más de la víctima y terminó detenido.
“A medida que se daba la declaración se contradecía y de un momento a otro reconoció que la mató”, detalló una fuente cercana a la investigación en diálogo con El Doce. Después, dijo que era “el amor de su vida”.
En principio, el fiscal José Mana imputó a Soto por homicidio simple y ordenó su traslado al Establecimiento Penitenciario N° 9, pero en las próximas la acusación se agravaría bajo la sospecha de un femicidio y la causa giraría a una fiscalía de Violencia Familiar.
El miércoles a la noche la víctima le pidió el auto prestado a su mamá para ir a encontrarse con sus amigas en el Patio Olmos y nunca llegó. En el camino, por motivos que aún se desconocen, Soto la convenció de que pasara primero por su casa en barrio Jardín y durante este encuentro la asesinó.
Según los resultados preliminares de la autopsia la causa de la muerte de Catalina fue asfixia por estrangulamiento. Para los investigadores, Soto la habría golpeado y ahorcado en su domicilio y después trasladó el cuerpo en el auto de la víctima hasta una calle desolada cerca de un descampado, donde intentó prenderlo fuego. Por otro lado, el informe de los forenses descató que la víctima haya sido abusada.