Ambas actividades son buenas para el físico y la mente pero, hay una ganadora
Caminar es uno de los ejercicios más populares del mundo. Es sencillo, accesible y eficaz. Hacerlo con regularidad reduce el riesgo de muchas enfermedades como ansiedad, depresión, diabetes y algunos tipos de cáncer. Si podés convertir parte de tu paseo en una carrera, vas a obtener muchos de los beneficios físicos y mentales en menos tiempo.
El ejercicio de caminar o correr mejora la eficacia del corazón y los pulmones. Los beneficios son mayores cuando se empieza a caminar más rápido, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria.
Correr es más eficiente que caminar, ¿por qué?, porque correr requiere más fuerza, energía y potencia. Las personas que comienzan a correr, a cualquier ritmo, hará que el corazón y los pulmones trabajen más. Las pautas de actividad física recomiendan entre 150 y 300 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, o la mitad en el caso de la actividad vigorosa.
Esto podría sugerir que correr es el doble de bueno que caminar. Tanto si se camina como si se corre, lo más importante es la constancia. Pero después, añadir al menos un poco de ejercicio vigoroso a la rutina aumentará los beneficios.
Correr tiene la desventaja, es una actividad de alto impacto y dura para el tejido conectivo. Los investigadores desmienten el mito que correr destrozan las rodillas, pero las lesiones a corto plazo son más frecuentes en los corredores que en los caminantes. Si primero se empieza a caminar, el cuerpo tiene tiempo para adaptarse, lo que a su vez reduce el riesgo.
Los que no pueden o no quieren correr, pueden aumentar la intensidad de otras maneras. Por ejemplo, añadir algunas cuestas a la ruta de senderismo. Lo mejor de todo es mezclar y combinar: caminar a paso ligero u otro ejercicio de intensidad moderada algunos días, entrenamientos vigorosos otros, dar más pasos los días que no se pueda hacer ejercicios.
Si se puede, hacer un poco de todo, todos los días. Todo suma para mantener o mejorar la salud.
Recordar: siempre siempre, consultar con un profesional de la salud ante cualquier duda.
