Se intensifica una venganza a sangre y fuego contra el culpable de todo: el grupo islamista palestino
Luego de la mayor afrenta que jamás nadie pensó que alguien pudiera llegar a lanzar sobre Israel, una humillación y una falta inexplicable de inteligencia que dejó más de 900 israelíes muertos, más de 150 secuestrados, 2.150 heridos y abrió nuevos y preocupantes escenarios para todo Medio Oriente y el resto del mundo, comenzó la contraofensiva israelí hacia Hamás.
“Estamos imponiendo un asedio total a Gaza (que quedará) sin electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado. Estamos combatiendo contra animales y actuamos en consecuencia”, dijo el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
“Lo que Hamás vivirá será difícil y terrible, vamos a cambiar Medio Oriente”, dijo el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, quien pidió a la población prepararse para una guerra “larga y difícil”.
Más allá del bloqueo total a Gaza, en el tercer día de la ofensiva sin precedentes de este grupo islamista, seguían los bombardeos de represalia israelí sobre la Franja, donde se contabilizaban 560 muertos y 2.900 heridos.
Hamás dijo: “Cada ataque contra nuestro pueblo sin previo aviso será respondido con la ejecución de uno de los rehenes civiles”.
Elisabetta Piqué, enviada especial. La Nación