Un tribunal británico sentenció este lunes a cadena perpetua sin posibilidad de liberación a Lucy Letby, la enfermera declarada culpable del asesinato de siete bebés y otros seis intentos de homicidio. Se trata de un fallo histórico en la legislación inglesa que destaca la “gravedad excepcional” de los crímenes.
El caso de Letby aún conmociona a Reino Unido: la enfermera fue acusada de matar a los niños inyectándoles insulina o aire en las venas o sobrealimentándolos con leche, y del intento de asesinato de otros seis bebés enfermos y prematuros.
Tras deliberar durante 22 días, el viernes pasado el jurado del tribunal llegó a su veredicto de culpabilidad, mientras que la pena se dio a conocer este lunes. La mujer, de 33 años, se negó a la audiencia final en el tribunal de Manchester Crown, al norte de Inglaterra.
La sentencia a Lucy Letby
“Actuó de una manera totalmente contraria a los instintos humanos normales que son cuidar a los bebés y en violación flagrante con la confianza que todos los ciudadanos depositan en los profesionales de la salud”, expresó James Goss, juez del tribunal de Manchester.
Además, en la lectura de la sentencia el juez remarcó que, debido a la “gravedad excepcional” de los crímenes, Letby “pasará el resto de sus días en la cárcel”. El veredicto fue transmitido en directo por televisión.
Los crímenes de la enfermera
Lucy Letby trabajaba en la unidad de cuidados intensivos del hospital Countess of Chester, en el noroeste de Inglaterra. Los asesinatos a los menores de un año tuvieron lugar en ese establecimiento entre junio de 2015 y junio de 2016.
La enfermera, que en esa época tenía 25 años, empleaba un método que involucraba la inyección de insulina o aire en las venas, así como la sobrealimentación con leche. La mujer atacaba a los bebés después de que sus padres se marchaban, cuando la encargada no estaba o por la noche, cuando se quedaba sola.
Letby fue detenida por primera vez en 2018 y 2019, aunque luego fue liberada sin cargos. Finalmente, fue encarcelada a fines de 2020, aunque fue en 2015 cuando los pediatras del hospital habían mostrado su preocupación por el inhabitual número de muertes en su servicio, muchas de las cuales describieron como “inexplicables”.
Pese a esto, Letby se declaró inocente al instante, incluso después de que hallaran en su casa notas escritas por ella en las que se autoinculpaba./ crónica