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Los abusos sexuales no son solo patrimonio exclusivo de Tucumán, en otras provincias ocurre lo mismo

En Tucumán, podrían haber varios casos de abusos sexuales en el ámbito político pero, que trascendieron públicamente son tres: dos juzgados y uno que, amparado en sus fueros, quedó en la nada -al menos por ahora-. Los dos casos que recibieron condena son: José Alperovich, ex gobernador de la provincia, que está preso; y José Orellana, actual legislador peronista, condenado en segunda instancia que ya debería haber sido sacado de la Legislatura -pero en Tucumán se guarda silencio y nada pasó-. El caso no juzgado, y no probado, es del legislador Ricardo Bussi -Fuerza Republicana-.

En la provincia de Buenos Aires, el Intendente de La Matanza, Fernando Espinoza -Partido Justicialista-, está procesado por abuso sexual y a la espera del Juicio pertinente.

Ahora en Goya, Corrientes, el concejal Guillermo Américo Córdoba -Partido Justicialista-, de 36 años, fue condenado a 13 años de prisión por haber abusado de tres mujeres militantes de su espacio. Dos pertenecían al Movimiento Evita y otra a la agrupación Barrios de Pie. Por ahora, el edil permanecerá en libertad hasta que la condena esté firme y mantiene su cargo en el Concejo local.

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Los hechos denunciados por las tres mujeres ocurrieron entre 2020 y 2023. Los detalles que se desprenden de la investigación, que incluyen la declaración de las víctimas, las pericias psicológicas y los testimonios de testigos, son aberrantes y dan cuenta de cómo el dirigente se aprovechó de su situación de poder para abusar a las militantes.

La primera víctima es una joven que hoy tiene 25 años, a quien violó dentro de la sede del Movimiento Evita de Goya. Los abusos ocurrieron primero entre agosto de 2020 y el mismo mes del año 2021. Según el documento, Córdoba “abusó de la relación de poder que ejercía sobre la víctima” dentro de la organización social donde ambos trabajaban.

Se “valió de amenazas como dejarla sin trabajo, quitarle el plan social que percibía y hacerle la vida imposible”, para “someterla sexualmente, obligándola a practicarle sexo oral y accediéndola carnalmente (…) en reiteradas oportunidades”, en el inmueble donde funciona la organización.

En la denuncia que luego radicó la joven ante la Unidad de Recepción y Análisis de Casos, contó que el concejal peronista la encerraba en un cuarto de la parte superior de la sede del Movimiento “y le tocaba las nalgas sobre la ropa y los pechos por debajo de su ropa interior”. Además, denunció que “27 compañeras pasaron por situaciones similares”.

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El segundo hecho denunciado en la UFRAC supuestamente ocurrió a las 22 horas de un día de febrero de 2023, luego de una reunión que se hacía semanalmente en la sede del Movimiento. Allí, una militante de 39 años se quedó después de hora para confeccionar unas planillas. En el medio, según la acusación, Córdoba la sorprendió de atrás, le manoseó el pecho y le apoyó su miembro, “sin que ella pudiera consentir libremente la acción”.

La víctima se dio vuelta, discutió con él y se retiró del lugar. “Desde entonces Córdoba comenzó a hostigarla, llamándola a cualquier hora a su celular y persiguiéndola en lo laboral, ya que le hacía trabajar a cualquier hora, hasta durante la madrugada”, dice la acusación.

Por último, a comienzos de junio de 2023, tuvo lugar el tercer hecho denunciado. Esta vez la víctima fue una integrante del Movimiento Barrios de Pie, abusada en el departamento del concejal. De acuerdo con la denuncia, en el marco de un proyecto de niñez, la mujer debía realizar relevamientos en centros comunitarios, huertas populares, merenderos y comedores, por lo que necesitaba reunirse con el dirigente.

La militante dijo que “el hombre siempre la acosó, le mandaba fotos de su casa del campo y buscaba la forma de quedar a solas con ella, dirigiéndose con excesiva confianza, por lo que tuvo que pedirle que no lo hiciera y aclararle que su relación era estrictamente laboral”.

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Aquel día de junio, Córdoba primero la citó en la sede del Movimiento Evita, pero luego le mandó un mensaje cambiando el lugar y el horario: le indicó que debían encontrarse a las 15 horas en su departamento.

Mientras trabajaban, a la mujer se le cayó la birome al costado del sillón, momento en que sintió de golpe que Córdoba estaba arriba suyo, por lo que le puso el brazo e intentó defenderse. “¿Qué haces?”, le dijo la víctima. No fue suficiente y el edil la habría manoseado, pese a la resistencia que quiso oponer la mujer.

Él le ganó en fuerza y la besó en la boca ejerciendo violencia, le desprendió el pantalón y le metió la mano en sus partes íntimas, mientras ella le pedía en todo momento que la dejara”, dice el documento. La mujer comenzó a hablar en voz alta para que la dejara, pero el abusador “trancó la puerta y no la dejó salir, por lo que ella gritó cada vez más fuerte hasta que finalmente le abrió” y pudo irse.

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