Lejos de ser el “Faro del Norte argentino” parece más una selva donde reina “el sálvese quien pueda”
La decadencia de Argentina, y en particular Tucumán, es alarmante. Y no es de ahora. Es una situación que lleva muchísimos años. La política, esa palabra que significa “el arte de lo posible” para mejorarle la vida a la gente, se transformó en “el arte del comercio”.
Hoy, la política se transformó en el “que hay para mí”, cuando antes se hacía política por convicción o amor a la patria. Uno ejemplo de esto es que, en la provincia, todos saben que un voto se pagará $5000 (y si no queda corto por la inflación).
¿Cómo es posible que en el año 2023 siga habiendo basurales a cielo abierto, calles de tierra, derrames cloacales, familias enteras durmiendo en la calle, niños solos pidiendo por los bares sin un adulto que los acompañe y a la buena de Dios, epidemia de dengue -con muertes incluídas- inundaciones en los mismos pueblos de toda la vida, motos circulando con cuatro personas -incluídos niños o bebes- sin cascos y cruzando semáforos en rojo, carros tirados por caballos desnutridos y circulando por una ruta o avenida, escuelas sin agua y sin ventiladores, etcétera, etcétera?.
Los políticos miran para otro lado. Lo único que les interesa es seguir en el poder, que les da impunidad y riqueza. Se pusieron a pensar si, en vez de hacer actos multitudinarios (que eso cuesta mucha plata) o traer artistas porteños que le pagan fortuna para hacer “presencia” en alguna inauguración, invirtieran ese dinero en mejorar la calidad de vida de los tucumanos. Tucumán sería Nueva York.
Pero no. El egoísmo, la ambición, las ansias de poder los tiene cegados. El pueblo puede ser tonto una, dos, tres, cuatro veces, no siempre. Cuando menos se lo esperen, el pueblo, les dará un baño de realidad que los dejará desnudos.
Mucho tiene que ver con la educación, vale mencionar que no sobra, pero hasta al más ignorante se le muere un familiar por la pobreza o, a pesar de los planes, no les alcanza para comer.
No hay que subestimar al pueblo, al votante. Muchas sorpresas te puede dar.
Saw