Brutal ataque de una patota de la UOCRA a un contratista en presencia policial: pelea por su vida en terapia intensiva y no hay detenidos

Habría sido por una obra que no le adjudicaron para el gremio de Judiciales

Fabio Cattani, de 56 años, fue víctima de un brutal ataque de una patota de entre 30 y 40 personas de la UOCRA en Puerto Deseado, Santa Cruz, y desde hace casi diez días se encuentra en terapia intensiva en grave estado tras una feroz golpiza perpetrada frente a personal policial.

El 11 de agosto, Cattani trabajaba en una obra ubicada en la calle Ramos Mejía, entre 141 y Pachululu, cuando se bajó de una camioneta un hombre identificado como Franco Moreyra quien “dio la orden a quienes lo acompañaban expresando ‘a Cattani hay que matarlo'”. El dicho figura en la causa, en el pedido de “medidas urgentes” elevado ante la Justicia.

Moreyra, quien es secretario gremial de la UOCRA, irrumpió en el lugar donde trabajaba la víctima a bordo de una camioneta, que llegaba acompañada por otra cargada de hombres.

Cattani se encontraba hablando con otras personas en una obra del Sindicato de Judiciales. A ellos se acercaron dos patrulleros a tomar los datos de quienes se encontraban presentes en la obra, debido a una manifestación pacífica que se había realizado ese día temprano fuera de la UOCRA.

De los vehículos comenzaron a descender cerca de 40 personas y “sin mediar provocación, comenzaron a golpearlo de manera inconsulta”.

Compañeros de la víctima indicaron que lo agredieron a golpes de puño y, una vez en el piso, el ataque prosiguió con patadas y más piñas. Además de Moreyra, fueron identificados como agresores Fabian Hernández, quien es hermano de una Jueza; Carlos Tapia, y Oscar Aranda apodado “Cachumba”.

En su mayoría, los golpes fueron en el torso, en el abdomen y en la zona costal lo que, según el diagnóstico médico posterior, le provocaron fracturas en ocho costillas, obligaron a extirpar el bazo, lesiones graves en un testículo y problemas respiratorios que derivaron en su conexión a un respirador artificial.

La Policía presente no intervino

Por la inferioridad numérica, aclara el texto judicial, los policías argumentaron que nada pudieron hacer, aunque sí lo trasladaron al hospital cuando el ataque cesó.

“Alguien debería explicar por qué la policía presente durante la agresión no intervino, no tomó datos de los autos, no identificó a los agresores y no pidió refuerzos“, afirmó un allegado de Cattani.

Y agregó: “Llama la atención que, pasados nueve días, la justicia de Puerto Deseado no haya llevado adelante una sola diligencia. Ni siquiera ordenaron el secuestro de las cámaras de casas particulares linderas a la obra”.

El contratista ingresó a un centro médico y horas más tarde salió para intentar reponerse aunque a la madrugada siguiente volvió a ingresar ya que su estado había empeorado. Se había descompensado y presentaba “signos de shock”.

Una semana después, por el agravamiento de su estado, Cattani fue trasladado a terapia intensiva del Hospital Zonal de Caleta Olivia.

Públicamente, el sindicalista Moreyra se desligó de cualquier responsabilidad en la golpiza y negó haber estado presente. Habló de una disputa entre Cattani y el sindicato de vieja data y detalló parte del conflicto que los enfrenta.

La denuncia contra Moreyra y los demás agresores es por “tentativa de homicidio agravada por el concurso premeditado de varias personas”.

COMPARTIR NOTICIAS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *