La Reserva Federal de EEUU recomendó revisar en 3 pasos cada ejemplar
Circulan en todo el mundo dólares falsificados muy parecidos a los reales. Y generan graves pérdidas para quienes reciben esos billetes apócrifos sin darse cuenta, en especial si son de US$100. Pero se puede evitar caer en el engaño.
Estados Unidos recomendó oficialmente un método rápido, fácil y efectivo para determinar -sin ser un experto ni usar máquinas sofisticadas- si un papel verde o azulado con el rostro Benjamín Franklin es un ejemplar auténtico o una imitación sin valor.
El consejo de la Junta de la Reserva Federal, a través de su Programa de Educación sobre la Moneda de EEUU, es revisar cada presunto dólar, que alguien pretenda darnos, siguiendo tres pasos básicos que se pueden resumir -para recordarlos mejor- en la sigla “TIM“.
“La mejor manera de determinar si un billete de los Estados Unidos es auténtico es verificando sus características de seguridad“, explica el organismo.
Las medidas de seguridad son detalles de cada diseño que resultan más complejos y costosos de replicar para los falsificadores. Las réplicas truchas, por lo tanto, no suelen incluirlos. Y es esa ausencia lo que las delata ante una simple mirada atenta.
Actualmente circulan billetes de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100 dólares, y de cada valor es posible encontrar varias versiones. Los de la serie actual tienen más y mejores medidas de seguridad, pero todos -aunque tengan la “cara chica”- valen lo mismo y se consideran moneda de curso legal en los Estados Unidos.
El método “TIM”: cómo saber en 3 pasos si un billete de dólar es verdadero o falso
Más allá de que cada diseño tiene particularidades, la autoridad monetaria estadounidense recomienda revisar cualquier billete de dólar con el mismo método: Tocar, Inclinar y Mirar (TIM) el ejemplar, chequeando en cada fase los signos de autenticidad críticos.
Cómo hay que aplicar esta técnica con el billete de 100 dólares, que es el más usado en Argentina y el blanco predilecto de los falsificadores.
Paso 1 (T): tocar el papel
En primer lugar, al tocar un billete verdadero, debería sentirse algo áspero. Si resulta marcadamente suave y resbaladizo, es motivo de sospecha. Pero también si se lo percibe demasiado rugoso, rígido, o más fino o grueso que lo habitual.
Además, en las versiones de 2013 en adelante del billete de 100 dólares (los azulados), se puede notar claramente la impresión en relieve en el hombro de Franklin.
Paso 2 (I): inclinar el billete
Al mover un billete auténtico hacia adelante y hacia atrás, hay tres elementos que deberían tener efectos dinámicos notorios:
-Tinta que cambia de color. En los billetes de US$100 impresos desde 2013, el número “100” de abajo a la derecha debe cambiar del color cobrizo al verde. Y en series anteriores, ir de verde a negro.
-La banda de seguridad azul en 3D. En los billetes posteriores a 2013, la banda debe tener adentro varios números “100” que se mueven al inclinar el billete y se transforman en campanas.
-La campana dentro del tintero. Otra incorporación del diseño moderno, debe cambiar de cobre a verde con el movimiento.
Paso 3 (M): mirar a contraluz y de cerca
Elevar el billete de 100 dólares para observarlo con luz detrás -artificial o solar- permite luego comprobar que aparezcan de ambos lados otras dos importantes medidas de seguridad:
- La marca de agua. Que debe replicar el retrato de Franklin.
- El hilo de seguridad. Incrustado de manera vertical a la izquierda del retrato, debe incluir un patrón que repite “USA” y “100”.
- Seguidamente, recomiendan mirar muy de cerca o con lupa el billete para revisar que tenga:
- -Microimpresiones. En ciertas partes debería haber palabras minúsculas. Por ejemplo, en torno al espacio de la marca de agua tiene que decir “USA100” y “ONE HUNDRED USA”.
- -Las fibras de seguridad. Los billetes legítimos tienen unas fibritas rojas y azules, que se pueden ver fácilmente en el lugar de la marca de agua.
- Por último, y para seguridad adicional, un billete sospechoso se puede exponer a la luz ultravioleta, que debería hacer brillar el hilo de seguridad con un color especial muy llamativo. Si esto no ocurre, seguramente no sea auténtico.