La víctima sufrió una fractura en su muñeca izquierda y múltiples heridas tras la brutal golpiza
Cuando todavía está “fresco” el recuerdo de una brutal golpiza de patovicas a un joven, en un boliche de Barrio Norte de la capital tucumana, los patovicas y la agresividad vuelven a estar en el centro de atención.
Este jueves a la madrugada, Sergio Auvieux, de 37 años, se encontró con dos amigas en el boliche llamado “La Santiago” (Santiago del Estero y José Colombres). Cuando ya estaba allí se cruzó con su primo y se quedaron conversando un rato. Sergio volvió con sus amigas y alrededor de las 5 observó que su primo estaba discutiendo con uno de los empleados de la barra del local.
“Me acerqué a ver qué pasaba y me dijo que estaba reclamando porque había pagado un trago con vodka y sólo le sirvieron jugo. En ese momento vi que le pegaron, lo empujaron y lo sacaron. Yo, sin intenciones de generar problemas, fui a ver cómo estaba él, los patovas me dijeron: ‘¿Así que estás con él?’, y me sacaron “, contó Sergio en diálogo con La Gaceta.
La agresión
La víctima contó que mientras lo sacaban del local bailable les advirtió a los guardias de seguridad que pararan porque los filmaría. “Apenas les dije eso uno de los hombres me sacó el celular y no quería devolvérmelo y le pegué”. Al escuchar que uno de los patovicas pedía que lo agarraran comenzó a correr en dirección a la calle José Colombres y antes de llegar a la San Juan lo interceptaron dos hombres que circulaban a bordo de una motocicleta.
“Los patovicas me tiraron al piso y me empezaron a golpear entre todos; eran alrededor de seis y ocho personas. Me quebraron la muñeca izquierda y quería quebrarme la otra pero la logré esconder. Me estaban asfixiando, me tapé la cara pero igual estoy todo lastimado; también tengo heridas en las rodillas y los codos. Mientras me pegaban me metieron la mano en los bolsillos de mi pantalón y me sacaron las llaves, una cadenita y plata”, relató.
El ataque se frenó cuando apareció un móvil policial. “Cuando los vieron me soltaron, hicieron que me suban al móvil policial y me llevaron a una dependencia policial. Después me trasladaron a la comisaría 1°. Al ver el estado en el que estaba me asistieron y me ayudaron. Me dijeron que era el segundo episodio de este tipo que pasaba, pero que la víctima anterior no quiso seguir adelante. Me recomendaron hacer la denuncia y me dijeron que ellos van a hacer todo lo posible para identificarlos”, dijo el damnificado.
Según contó Sergio, la causa ya está en manos de la Unidad Fiscal de Decisión Temprana. “Lo único que pido es que esto no quede en la nada. Fueron personas muy agresivas, ahora tengo que operarme y debido a la lesión no puedo trabajar ni cuidar de mis hijos de 14 y 12 años. También les pido que me devuelvan el celular; era una de mis herramientas de trabajo y con mucho esfuerzo lo compré, todavía lo estoy pagando”, comentó el comerciante.
La Policía está trabajando para identificar a los atacantes.
Con información de Micaela Pinna Otero
