A un año y medio del anuncio de la construcción con bombos y platillos, no pasó nada
Si vas a las Termas de Río Hondo podrás ver gente trabajando, con camiones y maquinarias, en el nuevo carril de la Ruta Nacional 9. Si ves del lado tucumano, no verás prácticamente nada.
En diciembre del 2021, el entonces Gobernador interino de Tucumán, Osvaldo Jaldo, anunciaba la construcción de la esperada Autopista que uniría Tucumán con Santiago del Estero. La promesa era que la obra comenzaría en febrero del 2022, a un costo aproximado de 2000 millones de pesos, con un plazo de ejecución de dos años.
A más de un año del inicio de obras, los avances en la zona correspondiente a Tucumán fueron casi nulas. Según el presidente de la Cámara Tucumana de la Construcción, Jorge Garber, mencionó que la información que llegó a la institución que preside es que había algunos problemas técnicos con la obra adjudicada a la firma santiagueña Conorvial y que se estaban tratando de solucionar. La firma venía planteando una serie de pagos y que esos certificados ya fueron abonados. “Hay cuestiones técnicas que ya le autorizaron. Deberían retomar los trabajos con la misma energía que el lado santiagueño”, expresó.
Mientras tanto, el vicegobernador Osvaldo Jaldo habló de que “hay demoras, pero no paralización. Eso es importante saber diferenciarlo”.
“Hay demoras porque han salido obras imprevistas. La obra de la autopista a las Termas se está ejecutando, quizás no al ritmo previsto, han surgido imprevisto”, dijo Jaldo.
Lo que sí es cierto es que la obra que estaba calculada en 2000 millones de pesos, hoy, por la inflación estaría en 4500 millones de pesos.
Tucumán, no lo entenderías.
