Tras una audiencia sin participación del Municipio capitalino y sin avances en la negociación, UTA Tucumán dispuso un paro inmediato de tres horas para las líneas urbanas. La medida se definió en asamblea en rechazo a las suspensiones de 150 choferes
La crisis interminable del transporte público en Tucumán sumó, este mediodía, un nuevo capítulo de tensión. Tras una audiencia en la Secretaría de Trabajo, que se desarrolló sin la presencia del municipio capitalino y sin acuerdos con los empresarios del sector, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) resolvió iniciar una medida de fuerza.
En una asamblea realizada tras el encuentro, el cuerpo de delegados del gremio definió llevar adelante un paro de tres horas que afecta exclusivamente a las líneas urbanas, es decir, de la 1 a la 19. La medida es de aplicación inmediata: las unidades que estaban prestando servicio recibieron la orden de regresar a los galpones.
Previo a la decisión, el secretario general de UTA Tucumán, César González, había expresado su malestar por la falta de avances y por la decisión empresaria de suspender a 150 choferes. “El conflicto nuestro es con los empresarios por las suspensiones que han aplicado, para nosotros, de forma arbitraria”, sostuvo.
Con el servicio urbano paralizado de manera sorpresiva, el conflicto ingresa en una fase crítica mientras se aguarda una nueva instancia de negociación y una eventual convocatoria oficial para intentar destrabar la situación.

Los choferes estarían dirigiéndose masivamente a la sede de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, en forma de protesta.
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