La intérprete ha construido una identidad que la ha hecho única; desde hace varios años ya no es solo una actriz, sino mucho más: directora, activista, embajadora de marcas y madre de seis hijos
El 4 de junio de 2025, Angelina Jolie cumple 50 años. Sí, 50. Medio siglo de vida para una mujer que parece haber vivido muchas: la actriz camaleónica, la activista comprometida, la directora inquieta, la ex de Brad Pitt, la mamá de seis, la ícono de los tatuajes antes de que fueran cool.
Si estuviéramos en una película, este sería el momento en que alguien dice: “¡No puede ser que tenga 50!”. Pero sí, puede ser. Porque Angelina es de esas personas que desafían el tiempo, como si Hollywood le hubiera hecho un pacto secreto. O tal vez es su intensidad, esa mezcla de belleza salvaje, mirada profunda y una energía que va del glamour a la selva congoleña sin escalas.
De chica mala a embajadora de la ONU
Angelina debutó como actriz a fines de los 90, pero fue en el 2000 cuando se volvió imposible de ignorar. Ganó el Oscar como Mejor Actriz de Reparto por Inocencia interrumpida (cuando le robó la película a Winona Ryder con sólo unas pocas escenas) y desde ahí no paró. Lara Croft, Sr. y Sra. Smith, El intercambio, Maléfica… Si no estaba pateando traseros, estaba llorando por una causa o adoptando niños en Asia.
Pero la Jolie no fue sólo una cara bonita. Fue una de las primeras estrellas que usó su fama como altavoz político. Se convirtió en Embajadora de Buena Voluntad de la ONU, rodó películas sobre conflictos bélicos (In the Land of Blood and Honey), y hasta hizo pública su decisión de someterse a una doble mastectomía preventiva, abriendo un necesario debate sobre salud femenina.
Brangelina: el amor, el mito, el final
Y sí, hay que hablar de Brangelina. Porque ese romance fue más grande que la vida. Cuando Angelina y Brad Pitt se enamoraron durante el rodaje de Sr. y Sra. Smith, el planeta colapsó. Era el galán perfecto con la femme fatale perfecta. Vivieron en mansiones, adoptaron niños, viajaron por el mundo, filmaron películas juntos y fueron, durante un buen tiempo, la pareja más fotografiada del planeta.
Pero como todo mito, tuvo su final. La separación fue tan mediática como el romance, con escándalos, juicios y declaraciones cruzadas. Hoy, casi diez años después del divorcio, cada uno sigue su camino (aunque los tabloides todavía sueñan con una reconciliación).
Cincuenta y sin pedir permiso
Hoy, Angelina entra al Club de los 50 con la frente bien alta. No es una actriz retirada ni una estrella caída. Está filmando, dirigiendo, criando, opinando. No se retoca al punto de parecer de cera ni se queda callada cuando algo le molesta. En tiempos de filtros, ella sigue siendo intensa, ambigua y auténtica. A su manera.
Cincuenta años. Se dice rápido, pero se vive a fondo. Y si alguien sabe vivir a fondo, esa es Angelina Jolie.
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