El régimen de Nicolás Maduro moviliza a sus militares para frenar “una invasión imperial”
El buque de guerra más grande y moderno del mundo, el portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford, ya está cerca de América Latina para unirse a un despliegue militar masivo que jaquea al narcotráfico de la región y al régimen de Venezuela, que podría sufrir ataques directos y se prepara para frenar “las amenazas imperiales”
En otra medida que eleva la tensión en la zona, el régimen de Nicolás Maduro ordenó, este martes, maniobras militares a gran escala en Venezuela, en lo que denominó la “fase superior” del “Plan Independencia 200”, una maniobra que abarca operaciones por tierra, mar y aire para enfrentar lo que considera una “agresión colonial”.
“Estas fuerzas mejorarán y aumentarán las capacidades existentes para interrumpir el tráfico de narcóticos y degradar y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales”, dijo el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en un comunicado.
“Es la plataforma de combate más capaz, adaptable y letal del mundo y mantiene la capacidad de la Armada de proyectar poder a escala global a través de operaciones desarrolladas en el mar”, dice la página oficial de la Armada de EE.UU. Este gigante del mar incluye un reactor nuclear, puede albergar más de 75 aviones militares, incluyendo cazas como los jets F-18 Super Hornet y el E-2 Hawkeye, que puede actuar como sistema de alerta temprana.
La nave cuenta con un arsenal de misiles como el Evolved Sea Sparrow Missile, un tierra-aire de medio alcance utilizado para contrarrestar drones y aviones. También tiene sofisticados radares que pueden ayudar a controlar el tráfico aéreo y la navegación.
La llegada del Ford eleva el número de buques de guerra estadounidenses en la región a más de una docena, una presencia militar inédita para una región que históricamente ha visto solo uno o dos buques de la Marina ayudando a la Guardia Costera de Estados Unidos en misiones rutinarias de control de drogas.
Pero semejante despliegue de fuerzas parece estar destinado a un objetivo más grande que atacar pequeñas lanchas en el Caribe y el Pacífico. El operativo militar frente a las costas de Venezuela parecen reforzar la intención de Trump de expandir su ofensiva a objetivos terrestres en suelo venezolano, que incluirían aeropuertos, pistas especificas de aterrizaje, puertos, ruta e infraestructura que serviría para transportar droga.
El gobierno de Trump acusa al régimen de Maduro de ser el líder del narcotraficante Cártel de los Soles y ha pedido 50 millones de dólares por información que lleve a su arresto. El jefe de la Casa Blanca lo acusa de enviar a criminales violentos y drogas a Estados Unidos y se siente frustrado porque Maduro permanece en el poder incluso cuando hizo campaña para desplazarlo en su primer mandato, con Juan Guaidó.
Los expertos consideran que todo el panorama militar en la región parece un “ensayo para una misión de ataque” contra objetivos venezolanos. Creen que este sería el escenario más probable en lugar de una invasión a gran escala en Venezuela. También se lee como una fuerte presión sobre el régimen venezolano para que Maduro abandone el poder por sí mismo.
