El acusado fue captado por las cámaras de seguridad del hospital cada vez que entró a la habitación en la que estaba su esposo para manipular el suero
Guillermo Germán Berjeli, de 45 años, es podólogo y está acusado de asesinar a su marido mientras estaba internado en un hospital porteño para quedarse con una herencia de más de 300 mil dólares.
Ideó un plan macabro para lograr su objetivo. Lo envenenó con alcoholes pesados (metanol, etilenglicol) que él mismo le suministró a través del suero y sin que ni un solo médico se diera cuenta.
Sin embargo, cometió un error. No se percató que una cámara de seguridad ubicada dentro de la habitación en la que estaba su esposo, y víctima, el chileno Roberto Alfonso Aquiles Guzmán Jaque, de 58 años, lo filmó cada vez que manipuló la medicación que se le pasaba por vena. Según las cámaras de seguridad, el asesino manipuló 13 veces el suero conectado a la vena de Roberto durante 10 días, hasta que falleció.
“El imputado manipuló e intercambió los sueros que poseían la medicación que la víctima necesitaba, por otros que había llevado él con sustancias nocivas para su salud”, dice el procesamiento.
Apenas dos días después de la muerte, Berjeli autorizó la cremación del cuerpo de su marido. Fue una decisión que no consultó con nadie y sorprendió a toda la familia. Para los investigadores es indicio de que quería ocultar las pruebas de lo que había hecho.
Ahora está detenido y a disposición de la Justicia.