NOVEDADES

El delincuente les afanaba todo lo que encontraba

Su verdadero nombre es M. Prudente y tiene 29 años. Este viudo negro captaba hombres por aplicaciones de citas y, luego de que ganaba su confianza, iba a comer a sus casas y los drogaba para robarles todo lo que podía.

El delincuente está preso por dos ataques ocurridos el 13 y el 24 de julio pasados, en los barrios porteños de Balvanera y Belgrano. Esta “joyita” fue policía Bonaerense hasta abril de este año, cuando lo exoneraron tras nueve años en la Fuerza y 14 sumarios.

Si conocen a este chico, tengan cuidado con él. Es un ladrón… Vino a robar a mi casa, poniéndome burundanga en la comida. Cuando me durmió, se fue con todo lo que pudo. Dice ser de Mar de las Pampas, pero en su Facebook dice que es de Pinamar. Por favor, ayuden a difundir”, posteó en sus redes sociales “El señor R”, nombre ficticio de una de las víctimas. Lo hizo luego de presentarse en la comisaría y antes de que capturaran al ladrón.

Advertisement

Prudente, que decía llamarse Martín, conoció a “El señor R” el 15 de junio pasado por la red social Grindr. Fue ahí donde le dijo que era de Mar de las Pampas, pero que estaba en Buenos Aires y, por eso, ese mismo día tuvieron un primer encuentro en la zona de Congreso. Juntos salieron a recorrer barrios porteños y llegaron hasta el shopping que está sobre la avenida Córdoba y Florida. Allí, ingresaron a un local de ropa deportiva en el que Prudente le pidió que le compre dos camisetas de Boca Juniors oficiales de talle pequeño.

Ya llegando la medianoche de esa primera cita, el supuesto Martín y “El señor R” se despidieron. Fue el 12 de julio pasado que volvieron a encontrarse. Esta vez, en el departamento de “El señor R” de Balvanera, pero fue el supuesto Martín quien preparó la cena e, incluso, le dijo de qué plato comer al dueño de casa. La trampa estaba servida. “El señor R” le sintió “un gusto extremadamente dulce a la comida”; sin embargo, ambos vieron películas hasta las 4 de la mañana. Fue ahí cuando la víctima, finalmente, se durmió. Se despertó a las 16 horas del día siguiente, y con el departamento patas para arriba.

El viudo negro le robó el celular, cinco relojes, $200.000 y 17 perfumes de marca. Además, lo buscó en redes sociales, lo encontró y descubrió que no se llamaba Martín sino M. Prudente.

Diez días después del ataque a “El señor R”, Prudente volvió a las andanzas, pero esta vez dijo llamarse Juan Carlos. La víctima fue “El señor L”, un turista estadounidense a quien conoció por Tinder y con quien tuvo dos citas el 23 y el 24 de julio pasados.

Advertisement

El segundo encuentro entre el supuesto Juan Carlos y “El señor L” fue en donde paraba el turista en el barrio de Belgrano. Allí la víctima tomó agua y un helado al que le sintió un gusto extraño. No sabía que lo habían drogado y ambos se recostaron en la cama.

No pasó mucho hasta que “El señor L” perdió el conocimiento. Se despertó casi a las 17 del día siguiente y no sólo faltaba el supuesto Juan Carlos, también le había robado $450.000, un iPhone 15 Pro, una notebook y la llave magnética de acceso al edificio en el que paraba temporalmente.

“El señor L” también lo buscó en las redes sociales a Juan Carlos hasta que dio con el posteo de la primera víctima y entonces se enteró de quién era M. Prudente, papá de dos niños y vecino de Pinamar. Sospechan que no sólo fueron dos sus víctimas, sino que hay muchas más.

A las viudas negras que cada vez hay más, ahora hay que sumarle los viudos.

Advertisement
COMPARTIR NOTICIAS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *