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Uniformados del sur de la capital expresaron su disconformidad sobre las condiciones de trabajo

Tras una semana trágica en la provincia debido a los crímenes del cabo Ramón Sánchez y el oficial Víctor Emanuel Lazarte (22), oficiales que trabajan en los barrios Las Piedritas, Villa Alem, Alejandro Heredia y San Cayetano en diálogo con LA GACETA manifestaron su disconformidad respecto a las condiciones de trabajo y le reclamaron al gobierno y jefes policiales un cambio en las normas de trabajo para sentirse más resguardados.

“Nos sentimos totalmente desamparados por parte de las autoridades”, manifestó la agente C. J.,, una “ciclo” (bicipolicía) que cumple consigna policial en Villa Alem. “Estamos muy dolidos y molestos con la muerte de nuestros colegas. Quizás antes no éramos conscientes, pero con esto tenemos más presente que nunca lo expuestos que estamos quienes trabajamos en estas zonas pesadas”, dijo Federico, un oficial del barrio Alejandro Heredia.

Los agentes indicaron que es crucial que cambien las normas y leyes que legislan su trabajo. “Lo primero que tiene que cambiar es el tema de la legítima defensa”, dijo el cabo R.L. “Si ves a una persona con un arma en la calle obviamente la tiene para hacer daño, pero nosotros tenemos que esperar a que esa persona nos dispare a nosotros o a un civil, y si logramos sobrevivir al primer disparo recién podremos intervenir; tendría que ser al revés”, explicó su compañero Lucas antes de subirse nuevamente a la patrulla.

“Tiene que haber más respaldo para las fuerzas de seguridad; sobre todo en el tema de los derechos humanos, tienen que valer igual para todos. Seguro que si uno de los policías asesinados se defendía para no morir habría terminado tras las rejas”, dijo la oficial Luciana mientras recorría las calles de Villa Alem.

Además, sostuvieron que es necesario que haya un cambio en cuanto a las sentencias que reciben los delincuentes. “Necesitamos que sea una condena ejemplificadora, que haga que a la hora de cometer un acto ilícito sepan que les va a recaer todo el peso de la Justicia, de la misma que nos recae a nosotros si nos defendemos”, dijo C. J..

“El que labura tiene que tener la seguridad de que va a haber un policía que lo va a defender si le pasa algo, pero hoy en día no podemos hacerlo porque nos atan de pies y manos; hoy dentro de la fuerza estamos sin autoridad”, comentó Luciana.

Los efectivos policiales también se quejaron de las herramientas que les brindan a la hora de trabajar. “A los chicos nuevos les dan armas viejas, que se traban; vas a pedir balas y dicen que no hay municiones. Lo mismo pasa con los chalecos, hay compañeros que terminan poniendo de su bolsillo para poder comprárselos y estar más protegidos si les llegan a meter un tiro”, dijo Federico. Por último, hicieron referencia a su uniforme de trabajo y contaron que ellos mismos deben comprarlos. “Hoy te sale $350.000 el uniforme completo. No nos alcanza el sueldo para pagarlo de una así que nos tiene que hacer promoción con una tarjeta para financiarlo en cuotas, es una vergüenza”, concluyó.

fuente: LG

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