Durante décadas, las lluvias -de diferente intensidad- provocan anegamientos o inundaciones que ocasionan pérdidas materiales importantes en Toco Tucumán, incluida la capital. Ya no va la entrega del colchón o las chapas, ni funcionarios con botas de goma abrazando viejitos o niños. La sociedad ha evolucionado y exige soluciones de fondo
Por SIN CODIGO
Este lunes, después del mediodía, los tucumanos se vieron sorprendidos por una fuerte tormenta. En aproximadamente 15 minutos, las calles de San Miguel de Tucumán se transformaron en verdaderos ríos, imposibles de transitar. Esta vez, el agua cubrió hasta las veredas. Y, como siempre, se observó cantidad importante de basura navegando por las aguas de la ciudad.
Una escena de terror que se repite año a año. Cuando se pregunta a los funcionarios -tanto provincial como municipal- sobre las inundaciones, la culpa la tiene el Gobierno anterior, o Milei que no manda plata. Ya nadie les cree. Los gobiernos anteriores, en la provincia, fueron del mismo signo que el actual: PERONISTA. Por otro lado, Tucumán está en emergencia hídrica desde hace años, y hace dos semanas el Gobierno de Jaldo recibió $20 mil millones para, entre otras cosas, hacer obras y evitar inundaciones. Lo llamativo es que no es la primera vez que reciben dinero para evitar las catástrofes que provocan las lluvias. Reciben dinero fresco por ese concepto periódicamente.
Provincia y municipios -tanto de la capital como los del interior- tienen que, de una vez por todas- encarar obras serias para evitar las inundaciones de cada año. ¿O tendrá que venir un Gobierno provincial libertario para cambiar la realidad de los ciudadanos?
El cuento de que llovió mucho en poco tiempo ya no se cree. Porque en Tucumán, llueva mucho o poco, SE INUNDA PORQUE NO SE HACEN OBRAS COMO CORRESPONDE DESDE HACE DÉCADAS.
Señores gobernantes, ahorren en chapas y colchones y hagan las obras que corresponden, porque los tucumanos están hartos de nadar por las calles.
