Habrá un período de adaptación, indicó la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Municipio capitalino
El próximo jueves, primer día de enero del nuevo año, comenzará a regir la prohibición de la entrega de bolsas plásticas en los comercios de la Capital, según lo dispone una ordenanza municipal aprobada en 2024.
La reglamentación con el detalle de los envases permitidos estará lista en los próximos días, y mientras tanto, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán adelantó que se concederá un período de adaptación para los vendedores y que las pautas serán marcadas a partir del diálogo con los empresarios del sector.
La norma establece la prohibición de la utilización de envases de 2° grado de polietileno o polipropileno en el expendio de mercaderías en supermercados, shoppings, comercios o entidades que desempeñen actividades comerciales, además de ordenar su reemplazo por envases de papel o papel reciclado. “No están comprendidas en esta definición envoltorios, envases o embalajes que vienen de fábrica y están en contacto directo con el producto”, aclara la disposición aprobada en julio del año pasado.
“La ordenanza va a estar vigente desde el 1 de enero, pero hay puntos que hay que aclararlos con la reglamentación”, señaló Julieta Migliavacca, secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Miguel de Tucumán. Por ejemplo, se están analizando las alternativas de envases en los que los negocios podrán entregar sus productos (bolsas compostables o hechas con material reciclado, entre otros) y el sello que deberán tener las nuevas herramientas de carga.
Hasta agotar stock
La funcionaria municipal aseguró que las disposiciones están siendo acordadas junto a miembros del Concejo Deliberante y empresarios de la industria del plástico y que -en un principio- los controles serán flexibles. “En la ordenanza se habla de un registro de bolsas aprobadas. Lo que vamos a hacer es invitar que, cuando se registren (los comercios) y si les quedan bolsas en stock, puedan usarlas hasta que se agoten así no las tengan que tirar”, mencionó.
El nuevo sistema, además, busca imponer un cambio cultural en la sociedad. “Hay que acostumbrarse a salir siempre con una bolsa reutilizable o con el carrito. Hay muchas opciones de bolsas, de todos los precios, pero hay que pensar en el uso que uno le da: es una inversión. Para nosotros también es una adaptación porque hay mucha gente a la que no le gusta usar cajas o bolsas de papel”, explicó Migliavacca.
“El plástico hoy es un gran problema, sobre todo por los microplásticos que se generan con el paso del tiempo y que han sido encontrados adentro de los pulmones y de los riñones, provocando un daño a la salud. Entonces, reducir el consumo -sobre todo- del plástico de un uso o plástico joven es un cambio cultural y un cambio de conciencia”, reafirmó.
La funcionaria agregó: “vamos a trabajar para conseguir el acompañamiento de la gente. Siempre las empresas más grandes son las que dan el ejemplo primero y van contagiando para que esto se replique y logremos eliminar la bolsa de plástico como envase secundario y de un solo uso”.
