La víctima declaró que lo llevaron a un lugar a solas y le sacaron $200.000
La Justicia provincial investiga una denuncia por presunta extorsión y robo agravado contra tres policías que, según la denuncia, interceptaron a un conductor de Uber Moto y lo obligaron a desviarse hacia una zona oscura del Parque Guillermina, donde lo habrían intimidado para quedarse con una suma de dinero en efectivo.
El caso, que dio lugar a la constitución de una querella presentada ante la Unidad Fiscal de Delitos Complejos, plantea un escenario de gravedad institucional, al tratarse de hechos atribuidos a agentes en ejercicio.
De acuerdo con la denuncia, el 11 de mayo de 2025, alrededor de las 21.10, F. A. (no se revela su identidad por razones de seguridad) circulaba con un pasajero por Avenida Alfredo Guzmán cuando agentes de una camioneta policial identificada como móvil TUC 0721 les ordenaron detenerse. Sin exhibir motivo válido, los policías -dos hombres y una mujer- acusaron al conductor de haber intentado eludir un control vehicular, lo que el denunciante calificó como totalmente infundado. Los funcionarios exigieron luego que ambos se internaran en el Parque Guillermina, un espacio con escasa iluminación y sin presencia de terceros.
El motociclista activó entonces la herramienta de grabación que ofrece la aplicación Uber, la cual registra el audio ambiente del viaje en un archivo encriptado que no puede ser escuchado por el conductor ni por el pasajero, y que solo se habilita para autoridades judiciales si se presenta una denuncia. El pasajero pudo retirarse tras comunicarse con sus familiares, pero el conductor -según su relato- quedó solo frente a los policías.
El hombre dijo que entregó toda su documentación, incluso credenciales vinculadas a su actividad laboral, pero uno de los agentes se apropió de su DNI y revisó su billetera, donde halló $200.000 en billetes de alta denominación. Conforme la denuncia, los policías aludieron a que podrían “llevarlo detenido” o “secuestrar la moto”, insinuando que el problema podría “arreglarse”. Para reforzar la intimidación, uno de ellos le advirtió: “Ya sabemos dónde vivís, te estamos haciendo un favor muy grande”.
El motociclista afirmó que, tras devolverle parcialmente la documentación, los agentes cubrieron la patente del móvil policial antes de retirarse y que, al alejarse del lugar, advirtió que el dinero en efectivo había desaparecido. La querella sostiene que esta maniobra configura el delito de extorsión previsto en el artículo 168 del Código Penal, en concurso ideal con robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda, y con el agravante adicional del artículo 167 bis por tratarse de miembros de la fuerza policial.
La denuncia se inscribe en un contexto donde ya se han registrado episodios de presuntas coimas, hostigamientos y abusos funcionales en controles nocturnos de la Policía de Tucumán. En distintas causas tramitadas en los últimos años, choferes de taxis, repartidores y motociclistas expusieron maniobras similares, consistentes en desvíos hacia zonas sin cámaras, amenazas de detención y pedidos de dinero para evitar supuestas infracciones. Estos antecedentes -algunos de ellos aún en trámite- delinean un patrón investigativo que vuelve especialmente relevante el registro tecnológico aportado en este caso.
