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Los barrios, de toda la provincia, se encuentran en un absoluto abandono

Calles de tierra, calles “asfaltadas” totalmente destruidas, basurales por doquier, aguas cloacales estancadas, olores nauseabundos, animales sueltos (caballos, gallinas, perros), animales muertos, yuyales de medio metro de altura. Todo eso, que se vive en el Barrio Juan XXIII (La Bombilla), se repite en la mayoría de los barrios, no solo de la capital tucumana, sino en TODA la PROVINCIA.

En plena epidemia de dengue, esta situación es inadmisible. La responsabilidad no es solo de Salud. La pobreza estructural de Tucumán es responsabilidad del conjunto de los políticos que conducen la provincia (gobernador, intendentes, delegados comunales, legisladores, concejales).

La situación actual,de Tucumán, es para el dengue como miel para las moscas. Lo grave es que la actual epidemia está ocasionando más muertes que la del año 2020. Los especialistas prevén, al menos, dos meses más de contagios. ¿Cuántos muertos más se deberán lamentar por una enfermedad que es consecuencia de la pobreza y la suciedad?.

“Hay mucha gente enferma de dengue hacia el fondo (en referencia a La Bombilla)”, contó una vecina. Mucha gente tira basura, pero es el Estado el responsable de mantener la limpieza. Es el Estado el responsable de educar, de penalizar. Para eso se pagan impuestos.

Hasta ahora, existen más de 13 mil casos de dengue registrados. ¿Cuántos más habrá sin registrar, porque la gente no se acerca al Caps o porque es rechazada?. ¿Cuántas muertes más habrá que lamentar?.

Mientras tanto, la dirigencia sigue a SU ritmo. Actos masivos, con escenarios que parecen preparados para desfiles de moda en París. ¿Cuánta plata se gasta en el despliegue de los shows para que los candidatos se muestren como estrellas de cine, sonrientes como si nada pasase en Tucumán?.

¿Será que los tucumanos se creen que no se merecen vivir mejor?. Porque si el político llega a sentarse en el trono del Gobierno es gracias al voto de la población.

Nadie se merece vivir en la pobreza y decadencia. Todo depende de cada uno. El voto es el poder del pueblo. Hay que usarlo.

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