Sin el dólar en el centro de la escena, ahora todo pasa por la reactivación

La actividad ya empezó a salir del estancamiento de los últimos meses. Se apuesta a menores tasas, regreso del crédito, gran ingreso de dólares de la cosecha y, lo más difícil, repunte del consumo

El resultado de las elecciones y despejar el “riesgo kuka” lo cambió todo, casi de la noche a la mañana. El riesgo país quedó al borde de perforar los 600 puntos, cayeron fuerte las tasas de interés en el mercado local y el dólar oficial retrocedió un par de escalones, cerrando la cotización minorista por debajo de los 1.450 pesos

Quedará casi como una discusión filosófica si la extrema dolarización que se produjo antes de las elecciones tenía que ver con una supuesta mala praxis del equipo económico o con el temor de los inversores a la posibilidad de un regreso del kirchnerismo. Lo concreto es que tras los comicios volvió la calma.

El impacto ya se empieza a sentir. Volvieron los planes de las automotrices para financiar a tasa cero la compra del cero kilómetro, empezaron a bajar las tasas de los créditos hipotecarios UVAlas PYME ahora pueden financiar sus cheques avalados a tasas del 40-45% cuando llegaron a pagar el 70% anual previo a las elecciones.

Javier Milei despertó la polémica esta semana en una entrevista concedida al Financial Times al hacer pública la decisión del Gobierno de mantener las bandas cambiarias hasta 2027. 

El camino que en principio eligió el Gobierno tiene también su apoyo, especialmente en el mercado local. Ricardo Arriazu es uno de los economistas que piensa que no es buena idea para un país como la Argentina darle tanta libertad de movimiento al tipo de cambio. Sobre todo teniendo en cuenta que es la unidad de ahorro de los argentinos.

Muchos otros coinciden. Dar una mayor previsibilidad sobre los posibles movimientos del tipo de cambio sigue siendo un ancla potente para seguir bajando la inflación.

“Es fundamental que el proceso de disminución de la inflación continúe el año que viene. Y para eso es muy relevante dar el mayor grado de certeza posible respecto a la cotización del dólar, que no parece estar atrasado. En nuestro equipo no coincidimos con la idea de eliminar las bandas cambiarias, porque detrás de eso está la idea de una devaluación del peso que no es necesaria”, señaló Bárbara Guerezta Echagüe, estratega macro de Delta Assett Management.

Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que divulgó el viernes el Banco Central, la inflación arrancaría el 2026 claramente por debajo del 2% mensual para llegar a 1,6% en abril. La proyección es que este año cierre levemente por debajo del 30%, pero que el próximo ya se ubique en niveles de 20% para descender a 10% en 2027.

Los bonos siguen en pleno proceso de recuperación, los inversores siguen atentos a los anuncios que en su momento hizo el equipo económico. Por ejemplo, todavía no está claro si habrá garantía de organismos internacionales para volver a los mercados con tasas más bajas.

Tampoco se terminó de ejecutar el programa de USD 20.000 millones que aportarían bancos extranjeros para asegurar futuros pagos de deuda. Milei se encargó de decir que para ese objetivo se echaría mano al swap de monedas firmado con EEUU en caso de ser necesario.

Volver a los mercados

Jamie Dimon, titular del JP Morgan, dejó en claro que el plan es que Argentina pueda volver a los mercados voluntarios de deuda, dando a entender que la ayuda de los bancos sería una suerte de última opción.

Los inversores pasaron de un momento a otro del desencanto con Argentina en la previa electoral a la euforia, sin estaciones intermedias.

De bajar la inflación a aumentar el crecimiento

Así como la prioridad de los primeros dos años fue la baja de la inflación, la prueba de fuego hasta el 2027 pasará por el crecimiento. Los analistas que participan del REM que divulgó el Central el viernes proyectan un crecimiento de 4% para el año próximo. Esta expansión implicaría una aceleración a lo largo del año.

La recuperación estaría arrancando este último trimestre del año. Luego de una caída de 0,5% en el tercer trimestre, en el actual se verificaría una recuperación de 0,3%. Y en los tres primeros meses del año próximo el salto ya llegaría a 1%. Esto significa que la economía se encuentra ya prácticamente en la puerta de salir de la mini recesión de los últimos meses.

La baja de tasas, la disminución de la inflación, una mejora gradual de los salarios en términos reales y una cosecha récord lucen como condimentos muy potentes para un gran salto de la actividad en 2026. El Presidente le erró este año cuando pronosticó un repunte de la economía como “pedo de buzo”, pero el año próximo podría tener su gran revancha, rompiendo el maleficio del tercer año que sufrieron los últimos gobiernos.

Con información de Pablo Wende

COMPARTIR NOTICIAS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *