Con goles de Mbappé y Bellingham, el Merengue se impuso 2-1 en el primer clásico de la era Xabi Alonso. Mastantuono no sumó minutos
El clásico fue para el Madrid. Merecidamente, el Real se quedó con el derbi español por 2-1 en el Bernabéu. Mbappé y Bellingham anotaron los goles.
Fermín López había empatado transitoriamente. Franco Mastantuono no sumó minutos en el ganador.
Primer tiempo que cumplió con creces. Ampliamente. Barcelona intentó establecer reglas a partir de su posesión, pero encontró a un rival peligrosísimo para responder con transiciones rápidas, vertiginoso. Así se armó un partidazo. En 15′, al Real le anularon correctamente un penal a favor (Vinicius enganchó el pie de Lamine Yamal y no al revés) y un golazo de Mbappé por milimétrico offside. Inspirado, el francés no perdonó en la siguiente: habilitación de Bellingham a los 22′ y mejor definición del 10 para el 1-0. Un resultado que pudo ser mayor a partir de chances para el propio Kiki y Hudjsen salvadas por el polaco Szczesny.
Un error de un muy buen Real Madrid hasta ese momento le permitió al Barsa igualar tablas antes de los 40:’ equivocación de Arda Güller al ser presionado por Pedri y asistencia de Rashford para Fermín López, que venía de hacer un triplete en Champions. La alegría le duraría poco al visitante, que hasta ahí no había mostrado mucho, a excepción de un remate apenas abierto de Lamine. El joven 10 culé entró poco en juego y no fue determinante.
Apenas un rato más tarde, en ese mismo PT, mostrando toda su voracidad ofensiva, Vinicius desbordó por la izquierda y centró al área para que Militao la bajara de cabeza y Bellingham, en solitario, estampara el 2-1 para los dirigidos por Xabi Alonso. Justo para un Madrid insaciable y fresco para atacar. Y un Barcelona frágil a la hora de defender.
El Merengue pudo haber liquidado la historia con un penal antes del cuarto de hora del ST, pero el arquero adversario -de gran tarea- le adivinó la intención a Mbappé. Barcelona (que terminó con diez por expulsión de Pedri cerca del final) se mantuvo en partido, pero no logró incomodar al Madrid, que siempre estuvo más cerca del tercero que su rival del 2-2.
Al Real le anularon otro gol -definido por Bellingham- por offside previo y no terminó de aprovechar otras oportunidades con campo a favor para ampliar el margen. No obstante, se quedó con una victoria merecida para afianzarse como cómodo líder de la Liga.
