Día Mundial de la Salud Mental: una crisis silenciosa que también golpea a la Argentina

Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años tiene una afección que entra en esta categoría. El reclamo de una nueva Ley de Salud Mental. Cómo está Tucumán

Por SIN CODIGO

Cada 10 de octubre, el mundo conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha creada por la Federación Mundial para la Salud Mental en 1992 y respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El objetivo es claro: visibilizar los problemas de salud mental, reducir el estigma y promover políticas públicas que garanticen el acceso al bienestar emocional como parte esencial de la salud integral.

En 2025, el lema propuesto por la OMS es “Acceso a los servicios: salud mental en catástrofes y emergencias”, en un contexto global donde el estrés, la ansiedad y la depresión aumentan sin distinción de edad, género o país.

Un problema global en expansión

Según la OMS, una de cada ocho personas en el mundo vive con algún trastorno mental. La pandemia de COVID-19 potenció la crisis: aumentaron los casos de ansiedad, depresión, insomnio y estrés crónico.

A esto se suman las guerras, la desigualdad económica, la soledad y el uso problemático de redes sociales, que afectan sobre todo a las generaciones más jóvenes.

En muchos países, los sistemas de salud no dan abasto: faltan recursos, profesionales y cobertura, especialmente en las poblaciones más vulnerables.

La situación en Argentina

En el país, los indicadores también preocupan. Un estudio de la UBA revela que el 35% de los adultos argentinos sufre algún nivel de malestar psicológico, y casi el 10% podría desarrollar un trastorno mental si no recibe atención.

En la Ciudad de Buenos Aires, otro informe indica que el 28% de los porteños presenta síntomas de ansiedad o depresión.

Los especialistas advierten que la demanda de atención creció más del 12% en el sistema público, y que las internaciones psiquiátricas en hospitales generales también van en aumento.

Pero hay un dato aún más alarmante: el suicidio se convirtió en la principal causa de muerte entre adolescentes mujeres de 10 a 19 años, según un estudio reciente. Una señal que encendió todas las alarmas en el ámbito sanitario y educativo.

Qué reclaman los profesionales y familiares de pacientes psiquiátricos

Argentina cuenta con una Ley Nacional de Salud Mental (Nº26.657) desde 2010, que promueve una atención humanizada, interdisciplinaria y comunitaria. Sin embargo, los profesionales del sector aseguran que la Ley sigue sin aplicarse plenamente.

Reclaman más presupuesto, infraestructura adecuada, y equipos multidisciplinarios que funcionen realmente en todo el país. También piden mayor claridad en las incumbencias profesionales, más recursos para la atención primaria y programas de prevención en escuelas y barrios.

“La Ley es buena, pero sin recursos es una declaración de principios”, repiten desde las asociaciones de psiquiatras y psicólogos. Los familiares también reclaman una modificación de la norma que permita que la familia pueda participar de las decisiones sobre las internaciones, pedirlo en las guardias cada vez que llevan a un familiar en crisis.

La salud mental de los más jóvenes, una prioridad urgente

La infancia y la adolescencia son hoy el foco de mayor preocupación. Los especialistas advierten sobre una generación atravesada por la ansiedad, la falta de sueño, el aislamiento y la presión social de las redes. A esto se suma el impacto económico y emocional de la crisis argentina, que golpea especialmente a los hogares más vulnerables.

El aumento de suicidios, de consumo problemático y de internaciones de adolescentes muestra la urgencia de fortalecer la prevención: más psicólogos en las escuelas, más espacios de escucha, y menos estigma para hablar del sufrimiento mental.

Tucumán también enfrenta su propia crisis

En Tucumán, los profesionales de la salud mental coinciden en que la situación es crítica.
El sistema público, especialmente los hospitales Padilla, Obarrio y del Niño Jesús, atienden cada vez más casos de crisis emocionales, intentos de suicidio y consumo problemático en jóvenes.

Desde el Colegio de Psicólogos de Tucumán advierten que la provincia “necesita una política de salud mental que funcione de manera real y sostenida, con prevención y acompañamiento en los barrios, no solo internaciones de urgencia”.

También remarcan que falta personal, infraestructura y dispositivos comunitarios que acompañen a las personas luego del alta hospitalaria.

La situación de los niños y adolescentes preocupa especialmente: escuelas sin gabinetes psicopedagógicos, familias sobrecargadas por la crisis económica y una creciente sensación de desesperanza entre los más jóvenes.

“Detrás de cada estadística hay historias de sufrimiento real. No se trata solo de más psicólogos, sino de que se entienda que la salud mental es tan urgente como la alimentación o la seguridad”, expresó un profesional del sector.

Qué se necesita
• Más recursos para la atención primaria y comunitaria.
• Prevención en escuelas y espacios sociales.
• Capacitación continua de equipos interdisciplinarios.
• Campañas de concientización para reducir el estigma.
• Datos actualizados y políticas basadas en evidencia.

Una reflexión necesaria

La salud mental es tan importante como la salud física. Cuidarla no es un lujo: es un derecho.
Y este 10 de octubre, más que una efeméride, es una oportunidad para recordar que el bienestar emocional es la base de una sociedad más justa, empática y saludable, también aquí, en Tucumán.

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