Un tributo a “los chicos de Malvinas”
Cuando se produjo la invasión, en abril de 1982, muy pocas voces cuestionaron el derecho de la dictadura militar a empujar al país hacia una guerra internacional. La conquista por las armas de esa tierra gozó de amplios apoyos en todo el arco político.
La guerra de 1982 se perdió. La humillación de la derrota trajo mucho dolor. La derrota quebró al régimen militar, y de allí nació una democracia por fin capaz de doblegar al poder militar.
Los actos de heroísmo de los combatientes de malvinas, que merecen reconocimiento y gratitud, no deben hacernos olvidar que esa guerra nunca debió liberarse.
En esa guerra participaron 23.428 combatientes argentinos, de los cuales murieron 649.
La guerra fue declarada a Inglaterra y se extendió desde el 2 de abril de 1982 y el 14 de junio del mismo año, que finalizó con la victoria de los ingleses.
Un sentido recordatorio a todos aquellos que dejaron su vida, muchos de los cuales tenían 18 a 20 años, a aquellos que quedaron con secuelas físicas o mentales y tantos otros que luego se suicidaron.
Que las Islas Malvinas vuelvan a ser argentinas, pero por la vía de la diplomacia.