La balanza comercial arrojó su mejor dato desde diciembre de 2024. El freno en la actividad económica le pone un techo a las importaciones, pese a la creciente apertura comercial
El superávit comercial creció a USD1.402 millones en agosto, la cifra más alta desde diciembre del año pasado. La mejora se dio fundamentalmente por la dinámica de las exportaciones, que anotaron un récord histórico medidas en cantidades.
“A diferencia de lo ocurrido en julio, donde predominó el resultado del agro, en agosto más del 50% del superávit se explicó por el comportamiento de la balanza energética“, destacó la consultora LCG en un informe.
Según informó el INDEC, este jueves, en el octavo mes del año el país vendió al exterior por USD7.865 millones. En términos desestacionalizados, se trató del cuarto aumento mensual consecutivo (+2,4% en comparación con julio), explicado principalmente por la contribución de los combustibles.
Las exportaciones alcanzaron un récord histórico, gracias al aporte de Vaca Muerta
“La mejora de las exportaciones es sin dudas virtuosa. Para tomar dimensión, agosto fue récord en cantidades exportadas de la historia (no sólo comparado con otros agostos, comparado con cualquier mes)”, destacó en diálogo con Ámbito el economista del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA, Federico Bernini.
Esta performance fue posible en gran parte por el aporte de Vaca Muerta y los gasoductos que permiten la evacuación de los hidrocarburos hacia los principales centros de consumo y puertos. Según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, en 2025 probablemente se vea la mayor producción de petróleo desde 1998 y un récord absoluto en el segmento de gas.
Respecto de agosto de 2024, las exportaciones aumentaron 16,4% (+USD1.107 millones), principalmente por el alza en las cantidades (+15,3%), aunque también favorecieron los precios internacionales (+0,9%). En volumen físico, los envíos de energía fueron los que más crecieron (+58,6%), seguidos de los productos primarios (+29%).
Bernini agregó que, si bien las ventas están mostrando una buena performance desde inicios de año, probablemente la suba del tipo de cambio, y la apreciación del real brasileño, hayan influido favorablemente.
A nivel de producto, los que más dólares aportaron en comparación con un año atrás fueron porotos de soja (+USD449 millones), petróleo (+USD221 millones), trigo (+USD141 millones) y aceite de soja (+u$s136 millones). Además de la citada influencia de Vaca Muerta, LCG agregó que también puede haber tenido impacto “la ahora definitiva reducción de alícuotas de las retenciones”.
Por su parte, las manufacturas de origen industrial fueron el único rubro que experimentó un retroceso en cantidades, del 8,6%.
Las importaciones están estancadas desde abril, pero en autos vuelan
En paralelo, las importaciones de agosto sumaron unos USD6.463 millones. En términos mensuales se observó una leve alza del 0,9%, la segunda de manera consecutiva.
No obstante, se viene observando cierto estancamiento en el nivel de compras, en sintonía con una actividad económica que probablemente acelere en el tercer trimestre su contracción, ya iniciada en el segundo trimestre según datos publicados por el INDEC esta semana. “Las importaciones están estables relativamente desde abril. Probablemente los próximos meses bajen por el aumento del tipo de cambio y la caída en actividad“, dijo al respecto Bernini.
En términos anuales, las importaciones treparon 32,4%. Aquí los principales incrementos se registraron en la adquisición de vehículos.
“A nivel sectorial, el automotriz siguió ampliando su déficit comercial en agosto, con un rojo que se ubicó en u$s881 millones. Ello debido a exportaciones que cayeron en agosto 12,4% anual pero importaciones que aumentaron nada menos que 50,6%”, detalló la consultora Abeceb.
La consultora explicó que las ventas automotrices “siguen afectadas por problemas de competitividad que dificultan la penetración de mercados alternativos, a los que se suma el debilitamiento de la demanda brasileña, nuestro principal destino de exportación” y que, por otro lado, “las importaciones abastecen una proporción cada vez mayor de una demanda interna” en el marco de la apertura comercial.