En una extensa y reveladora entrevista con LA NACIÓN, Rossana Chahla, médica ginecóloga de 59 años y actual intendenta de San Miguel de Tucumán, compartió su trayectoria, la gestión municipal, su explosión en redes sociales y su mirada sobre la política provincial y nacional.
San Miguel de Tucumán, la quinta ciudad más poblada de Argentina, con un millón de habitantes y otros 500.000 que se suman durante la semana, tiene desde hace dos años a una intendenta que rompe esquemas. Sus videos en Instagram y TikTok, que muestran la gestión municipal de manera cercana y directa, alcanzan millones de reproducciones: 4,5 millones por la obra de pavimento con la leyenda “Chan Bachi”, casi tres millones por un recorrido con su Gabinete corrigiendo infracciones de tránsito y más de un millón por un paseo con robots en la sede municipal.
De la medicina a la política
Chahla llegó al peronismo tarde y sin militancia previa. Su ingreso fue por invitación de Juan Manzur en 2015 para asumir como ministra de Salud, luego de destacar como directora del hospital materno-infantil más importante de la capital, donde nacen casi la mitad de los tucumanos. Su estilo cercano y su habilidad para la comunicación le permitieron conectar con las familias y ser reconocida por su capacidad de gestión.
“Siempre gestioné de la misma manera, y la mejor manera de controlar es con los ojos propios”, explicó Chahla. En la intendencia, su viralidad comenzó casi por accidente: un video de una vecina bailando al revés de la música se convirtió en furor, y la intención de mostrar la gestión alcanzó a miles de personas que no suelen seguir la política tradicional. “No era mi idea ser influencer, salió de la nada. A mí me encanta”, confesó.
Madre de tres hijos, casada hace 25 años y rodeada de un equipo mayormente joven, Chahla ha sabido combinar autoridad, transparencia y cercanía con los ciudadanos, ganándose reconocimiento incluso internacional: fue invitada por la Fundación Bloomberg en 2024 a Baltimore para disertar sobre innovación en gestión municipal, siendo la única representante argentina.
Visión política y posición en el peronismo
Aunque comparte valores esenciales del peronismo —igualdad de oportunidades, justicia social, acceso universal a educación y salud— Chahla reconoce que no nació en una cuna peronista: “No puedo decir que soy 100% peronista, pero defiendo cosas esenciales que defiende el peronismo”, afirmó.
Sobre figuras locales, mantuvo una relación cordial con Manzur y Jaldo, aunque cuestionó algunas de las decisiones del actual gobernador frente al gobierno de Javier Milei: “Todos los gobernadores tienen que tener diálogo. Diálogo es una cosa, e inmolarse otra. En algunas votaciones, Jaldo se inmoló”, relató en la entrevista, refiriéndose a decisiones que, según ella, afectaron la defensa de derechos fundamentales como la educación, los jubilados y la universidad pública.
-Y así entró al peronismo…
-En mi casa nunca se habló de política, nunca milité, nunca fui partidaria. Cuando entré, decía “no soy política, soy técnica”. La pandemia fue algo muy fuerte, porque a nadie le faltó un respirador. La gente vio eso: me vio a mí vestida de blanco, con ambo, con gafas, con gorro, con barbijo. En mi primera elección para diputada le dije al gobernador: “No sé nada de ser diputada, lo único que no quiero es ser testimonial porque a mí no me gusta mentirle a la gente. Si me eligen, dejo el ministerio”. Gané y me fui como diputada, pero no era lo mío, yo quería gestión. Me dijeron: “Cuando vas a una elección, dejás de ser técnica”.¿Se siente peronista hoy?
-Yo comparto algunas cosas del peronismo. No todas las que se han hecho. Me encantan la igualdad de oportunidades, la justicia social, que las universidades sean para todos, que la educación y la salud no se negocien. También aprendí que el peronismo, por lo menos en Tucumán, te da espacio, te abraza y te deja incorporarte; hay otros partidos que son expulsivos. La gente del peronismo me ha abrazado mucho sin pedirme nada; no es lo mismo que milites toda la vida que ser extraña.
-¿Pero es peronista o no?
-Me gustan algunas cosas del peronismo. No puedo decir “soy 100% peronista” porque no nací en cuna peronista. No puedo decir “tengo la genética peronista”. Pero defiendo cosas esenciales que defiende el peronismo, sin lugar a dudas. (LA NACION)
Respecto a referentes nacionales, Chahla dijo no conocer a Cristina Kirchner, valoró la cercanía y el estilo llano de Axel Kicillof y remarcó la importancia de una Justicia independiente y de políticas públicas claras y transparentes.
Gestión y comunicación directa
Chahla defiende la transparencia en la obra pública, supervisando personalmente las obras y sancionando a empresas que incumplen. Su estilo cercano y observador se refleja en la viralización de sus videos: inspecciones de pavimento, recorridos con funcionarios, intervenciones en hospitales o en la calle son captadas por su equipo y compartidas con los ciudadanos.
Sobre su carácter, asegura: “¡Sí, soy brava! Pero tengo autoridad moral. Exijo lo que cumplo yo. Mi firmeza viene acompañada de transparencia”. Su familia, especialmente sus hijos y su marido, son sus principales críticos y apoyos.
Perspectiva nacional y postura frente a temas controvertidos
Chahla criticó la falta de sensibilidad en la gestión nacional de Salud y Discapacidad, así como los intentos de censura a periodistas: “La libre expresión es fundamental. Es grave que en democracia manden a callar”. También reafirmó su postura de defensa de los derechos de las personas con discapacidad y de políticas públicas que lleguen efectivamente a la población.
En relación a la corrupción, Chahla fue contundente: “No la avalo bajo ningún aspecto. Me gusta el control, odio la corrupción”. Sobre temas como el aborto, explicó que su postura personal no afecta su rol en la gestión pública y que respeta la ley vigente.
De la medicina al poder local
Aunque su carrera se había centrado en la medicina —fue jefa de guardia y titular de cátedra—, la política llegó como un añadido: “No decidís ser política. Te eligen o no, y aceptás. Yo pensé que desde ministra podía cambiar mucho en salud y maternidad, y fue así”.
Hoy, con una gestión que combina autoridad, cercanía y viralidad digital, Rossana Chahla se consolida como una figura política innovadora, capaz de conectar con distintos sectores y desafiar los moldes tradicionales del peronismo tucumano.