Un asalto que podría haber terminado en tragedia en Tucumán: en un comercio

Dos delincuentes armados redujeron a los empleados de un negocio ubicado en Coronel Suárez al 600, de la capital tucumana

Un asalto a un comercio de servicios de internet, ubicado en avenida Coronel Suárez al 600, en San Miguel de Tucumán, conmocionó a la zona. Dos hombres armados irrumpieron a primera hora de la mañana, redujeron a tres empleados y se llevaron computadoras y celulares en medio de amenazas y golpes. 

Alejandro Medina, dueño del local, relató a La Gaceta lo ocurrido y la difícil situación que atraviesa junto a sus trabajadores.

“Mis empleados están muy mal. No quieren volver a trabajar y no puedo juzgarlos porque entiendo perfectamente lo que vivieron. Fue un momento de terror. Los apuntaron con un arma y todavía estamos shockeados”, dijo.

El comerciante expresó su alivio porque el hecho no dejó víctimas fatales, aunque alertó sobre la violencia con la que actuaron los delincuentes. “Doy gracias a Dios que no se llevaron ninguna vida. Pensar que esto podría haber terminado con la muerte de alguno de los chicos me aterra. Estuvimos a un paso de una tragedia”.

Del local se llevaron al menos ocho computadoras y cinco teléfonos celulares, entre ellos un iPhone perteneciente a una de las trabajadoras, que fue sustraído de manera particularmente agresiva. La Policía logró recuperar parte del botín, aunque Medina remarcó la necesidad de recuperar más equipos para poder continuar con la actividad diaria.

Lo que más preocupa al dueño -dijo- es la decisión judicial que otorgó prisión domiciliaria a uno de los acusados. “Estoy muy triste con la justicia. Nos apuntaron con un arma y hoy esta persona está en su casa. ¿Quién me garantiza que no vuelva dentro de una semana y esto sea más trágico? No quiero que este robo sea el anuncio de algo peor”.

Con la persiana baja y atendiendo a algunos clientes de forma restringida, el negocio se encuentra prácticamente paralizado. Medina incluso evalúa mudarse de la zona. “Estamos buscando otro local en otra municipalidad. No quiero trabajar en un lugar donde no haya protección para la gente. Hoy tuve suerte, mañana tal vez no”.

Por último, pidió ayuda a las autoridades provinciales y municipales. “Nos levantamos temprano todos los días para trabajar. Solo pedimos seguridad. Hoy fue mi negocio, pero mañana puede ser cualquier familia. Esto es solucionable ahora; si no, lo vamos a tener que lamentar”.

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