El radicalismo llega dividido, el peronismo apuesta con la firma de Cristina y Milei juega su primera ficha provincial
En Corrientes, la provincia mesopotámica que llega a las urnas el próximo domingo, la disputa por la gobernación parece haberse reducido a una pugna entre cuatro dirigentes de larga trayectoria política, cuyos caminos se entrecruzaron en reiteradas ocasiones. “Acá nos conocemos todos”, señala un político que transitó el escenario local durante las últimas dos décadas. Quizás por ellos los ecos de quienes agitan la posibilidad de un fraude electoral reverberan con otro tono.
La sorpresa no está en los nombres de los postulantes, sino en que cuatro de los siete inscriptos se perciban con chances reales de triunfo en una provincia acostumbrada a elecciones polarizadas. De hecho, en 2021 se vio ese escenario: el actual gobernador Gustavo Valdés arrasó con el 76,9% de los votos frente al 23,1% de su competidor peronista.
Desde la intervención federal de 1999 -que explica el desfasaje en el calendario electoral provincial- Corrientes se consolidó como un bastión radical, aunque sus mandatarios supieron mantener buenas relaciones tanto con el kirchnerismo como con el macrismo, y más recientemente con Javier Milei.
La Unión Cívica Radical, en efecto, lleva a dos de los candidatos competitivos de este domingo: el intendente de Ituzaingó, Juan Pablo Valdés (Vamos Corrientes), y el tres veces gobernador Ricardo Colombi (Encuentro por Corrientes).
Ambos fueron, de distinta forma, artífices de la victoria de Gustavo Valdés en 2021, pero la discusión por la sucesión derivó en una fractura del oficialismo. La política correntina, sin embargo, no se explica solo en clave local: sus dirigentes mantienen histórica sintonía con el poder central.
El gobernador Valdés fue uno de los “dialoguistas” y los diputados nacionales del oficialismo provincial acompañaron iniciativas clave de la Casa Rosada, en especial la Ley Bases.
Esa confluencia, no obstante, no cristalizó en una alianza electoral como sí ocurrió en el Chaco, donde un gobernador radical selló acuerdo con Milei. “Los libertarios querían pintar todo de violeta”, aseguran fuentes del oficialismo sobre la fallida negociación que encabezaba Eduardo “Lule” Menem.
Ante ese escenario, Valdés eligió a su hermano como candidato y sumó como vice a un histórico, Pedro Braillard Poccard.
De aquellos 77 puntos obtenidos en 2021, se descuenta que una parte migrará hacia Colombi -que lleva como compañero a un dirigente peronista- y otra al libertario Lisandro Almirón. Este último, diputado nacional de La Libertad Avanza, es el primer postulante a un cargo ejecutivo provincial desde que Javier Milei llegó a la presidencia.
En un comienzo se ilusionaban con dar la sorpresa y capitalizar el voto “subterráneo” correntino para meterse en un balotaje, pero hoy las expectativas son más moderadas. Incluso, está prácticamente descartado que Milei viaje a respaldarlo en el tramo final de la campaña. Sus rivales recuerdan, además, su pasado peronista reciente y habrá que ver como lo afectan los audios que involucrarían a la Casa Rosada en casos de corrupción.
En paralelo, el peronismo -que no logra arrebatarle el poder a los radicales desde hace más de dos décadas- también irá dividido. La lista oficial lleva como candidato a Martín Ascúa, intendente de Paso de los Libres desde 2017, que meses atrás recibió la bendición de Cristina Fernández de Kirchner.
Otros sectores quedaron marginados en el proceso de normalización partidaria, como el senador Martín Barrionuevo, hoy aliado a Colombi.
En las últimas horas, dos espacios comenzaron a poner el acento sobre la posibilidad del fraude en las elecciones del próximo domingo. La denuncia se dejó trascender desde las cercanías de Lisandro Almirón y, ante la prensa, por Gustavo Canteros, el candidato a intendente capitalino por la fuerza de Ricardo Colombi.
Las sospechas están centradas en dos puntos. En principio, por la cantidad de boletas que habitarán el cuarto oscuro correntino el próximo domingo. Cada candidato puede llevar una lista por cada partido que se sumó a su alianza. Serán, al menos, 50. Pero pueden ser muchas más.
Las observaciones coincidirían con lo denunciado ayer por el Presidente Milei respecto de las elecciones del 7 de septiembre en Buenos Aires. Allí planteó la posibilidad de trampas relacionadas con las “boletas partidarias”.
Sin embargo, el candidato de Colombi habló de que el sistema informático estará “en manos del hermano del Gobernador”.
Habrá que esperar al domingo 31 de agosto para conocer al nuevo gobernador, los porcentajes y si se presentan denuncias de fraude.