La Luna Negra es un fenómeno ligado a la Luna Nueva y su nombre se debe a una expresión popular. En la cultura se asocia a la introspección y renovación
La llegada de agosto significa la presencia de diversos espectáculos astronómicos. Y este 2025 no será la excepción con la llamada Luna Negra, uno de los hitos más comentados por las implicancias científicas, culturales y hasta espirituales que se le atribuyen. Lo destacable es que se podrá ver desde la Tierra.
El día 23 marcará la llegada de este evento poco común que no podrá observarse directamente en el cielo. Lo llamativo de esta cita está en que dejará de mostrarse.
Para entender de qué se trata la Luna Negra primero se debe mencionar a la Luna Nueva, una fase particular en la que el satélite terrestre se ubica exactamente entre la Tierra y el Sol.
Cuándo será la Luna Negra de agosto, un fenómeno tan invisible como fascinante
Esa disposición impide que la cara iluminada del astro se perciba desde la superficie terrestre. La oscuridad que resulta de esta fase es absoluta y este año el fenómeno tendrá un plus inesperado: coincidirá con el cierre de la lluvia de meteoros.
Si bien no es un evento astronómico formal, este suceso llega justo para apreciar mejor la lluvia de meteoros Perseidas, la más famosa del calendario anual. Este cruce transformará la noche en un escenario mágico: sin la luz lunar, las trazas brillantes de los meteoros podrán observarse con mayor intensidad.
De donde viene el nombre Luna Negra
La denominación Luna Negra es una expresión popular, más que un vocabulario astronómico. Cada estación del año tiene tres Lunas Nuevas y cuando se producen cuatro, la tercera recibe ese nombre.
El evento ocurre cada 33 meses y existen otras variantes. La llamada Luna Negra calendárica sucede cuando un mismo mes incluye dos Lunas Nuevas, lo cual es posible por la duración del mes sinódico, de 29,5 días.
En esos casos, la segunda Luna Nueva se considera “negra”. También hay meses sin Luna Nueva, algo todavía más extraño y que ocurre en algunos febreros debido a la extensión del ciclo lunar en relación con la cantidad de días del mes.
En todos los casos, el resultado es el mismo: un cielo en el que la Luna desaparece de la vista humana. Para la astronomía, cada una de estas fases sirve para refinar los cálculos orbitales y confirmar la precisión con que se miden los movimientos celestes.
Desde una perspectiva más simbólica, distintas comunidades espirituales le otorgan a la Luna Negra un significado de introspección y renovación. La ausencia de luz se interpreta como un momento de pausa, de preparación para un nuevo ciclo. Estas interpretaciones, aunque no tienen base científica, refuerzan la fascinación cultural que rodea al fenómeno.