La diva fue parte del primer envío de la nueva temporada de Por el mundo
En el debut de temporada, la gran noticia la dio Susana al confesar cómo vivió sus propias historias de celos, infidelidades y familia frente a las preguntas directas de sus seguidores.
El set improvisado para la charla no necesitó más que una mesa baja, un pequeño almuerzo y la complicidad de quienes se conocen demasiado. Las preguntas llovieron desde el Instagram del conductor, pero hubo una que llegó simple y filosa: “¿Qué fue lo más loco que hiciste por celos?”
Susana achinó los ojos, se quitó unos hilillos de cabello del rostro y respondió sin dudar: “Yo soy celosa, cuando estoy enamorada… Pero no hice ninguna locura”, afirmó, como si el escándalo estuviera siempre a una sonrisa de distancia. “Los hombres niegan cuando meten los cuernos, los podés matar que te siguen diciendo que no. Sí, perdoné. Algunos cuernos habré perdonado. Y yo también los he metido”, la voz bajó casi a susurro. “De los cuernos no se salva nadie”, destacó.
Las risas viajaban por la sala, pero el tono cambió cuando Susana trazó una línea de vida sobre los recuerdos. “No hay que preguntar”, advirtió. “Porque preguntás y es peor. Nunca revisé nada, porque el que busca encuentra. Y quizás encontrás una cosa que te parece y te hacés un drama espantoso, y es una tontería”. La diva, siempre hábil para los escenarios, convertía cada revelación en un espejo para su público, replicando las dudas y certezas universales del amor.
Detrás del guiño travieso, la sombra de las grandes figuras de la vida argentina apareció cuando Marley indagó sobre el análisis materno de sus relaciones. “A Monzón lo adoraba, era muy cariñoso con ella”, contó. El nombre de Ricardo Darín se asoció inmediatamente, casi como un reflejo: “Ricardo y Carlos fueron sus amores. Ricardo era lo más gracioso y simpático del mundo”.
La historia familiar cobraba vida alrededor de las partidas de canasta los fines de semana, donde la unión parecía sencilla, casi doméstica. Pero la madre de Susana guardaba advertencias, presagios que la hija ignoró más de una vez.
“Algunos con los que me decía…“, la voz se detuvo, como quien reconoce un código antiguo. ”Con el último matrimonio me decía ‘no te cases, por favor, no te cases… creo que es un hombre muy egoísta, pensalo’“, confesó haciendo referencia a Huberto Roviralta.