El sector paró de caer. Se lamenta por la ausencia de obra pública y apuesta a fondos de las provincias para hacer infraestructuras. Interés en posibles privatizaciones
El sector de la construcción considera haber encontrado un piso, aunque advierte por los costos en dólares. Mientras tanto, celebra la estabilidad, pero pide que las provincias ajusten y se avance en reformas.
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, llamó a “coordinar esfuerzos públicos y privados y diseñar una visión estratégica a largo plazo”.
El sector viene de dejar atrás un 2024 con una caída acumulada del 27,4%. Según Weiss, la caída ya fue dejada atrás, aunque no ven una recuperación.
La parálisis de la obra pública juega un rol central en la situación del sector. Una señal fue la ausencia de representantes de la plana mayor del oficialismo nacional. En el lugar que el ministro de Economía, Luis Caputo, había ocupado el año pasado, enviaron al secretario de Obras Públicas, Luis Giovine.
Es que la alternativa que ve el Gobierno es avanzar en licitaciones, privatizaciones o concesiones.
Este martes se anunció el lanzamiento de la licitación para la construcción, explotación, mantenimiento y administración de las rutas 12 y 14, especialmente relevantes para el comercio en el Mercosur, así como la 135, A015 y 117, todas ellas confluyentes a la 14.
Sobre las licitaciones de los corredores, cuyo llamado se publicó este martes, el dirigente sectorial estimó que el costo de ponerlos a punto ronda los USD 100 millones por corredor.
Este costo entra en la ecuación de decidir si participar o no ya que debe sumarse el costo del financiamiento para las obras, contra el peaje que tendrá un tope fijado por el Gobierno. En este escenario, contempla que solo el 25% de los corredores viales tienen una rentabilidad suficiente que explique la participación privada.
Entre las alternativas para financiar obras de esta envergadura predomina el financiamiento bancario, ya que para las empresas es más difícil exponerse al mercado de deuda privada. Por último, si bien se abrió la posibilidad a que cualquier empresa se presente en las licitaciones de corredores viales y de obra pública en general, Weiss consideró que no ven nadie por fuera de las empresas viales que esté interesado en ellos.
La situación de la obra pública sigue implicando adversidades. Desde el sector y las provincias denuncian que hay deudas vigentes y fondos que están destinados a obras específicas que no están ejecutados.
Las obras con financiamiento internacional, también están paralizadas o sub ejecutadas. “Ya estaban financiados, hay fondos disponibles y sabemos que los organismos que quieren prestarle a Argentina, pero no se están ejecutando”, explicó el dirigente empresarial.
La obra privada es uno de los objetivos en agenda por parte del Gobierno. Sin embargo, Weiss subrayó que su presencia a nivel global es poco significativa. “La obra privada en infraestructura a nivel global no supera el 15% porque no hay rentabilidad”, señaló Weiss y ejemplificó con algunos casos como escuelas y hospitales.
La situación en las provincias no difiere del plano sectorial, y muchas decidieron avanzar con obras propias con financiamiento propio o colocación de deuda: “Las provincias centrales están con niveles de ejecución importantes”, indicó en referencia a la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Parte de la obra privada en infraestructura, en la medida que pudo, se reorientó hacia los sectores con mayor dinamismo, como gas, petróleo o minería
El resto, orientado a la construcción de la vivienda, enfrenta una dificultad central: los costos. Desde mediados de 2024, analizó que la actividad dejó de caer, al igual que el empleo, aunque no ve que haya una recuperación. Sin embargo, los costos en dólares se duplicaron desde mediados de 2023.