Por qué se eligió esta fecha, 29 de abril, en Argentina y a quién se recuerda
La historia de la protección animal, en la Argentina, encuentra en Ignacio Lucas Albarracín a uno de sus protagonistas fundamentales. Cada 29 de abril, el país honra su memoria, no solo como símbolo de la defensa de los animales, sino también como iniciador de un movimiento que marcó un antes y un después en la legislación y en la conciencia social.
Existen dos versiones sobre el origen de la elección de esta fecha, la más difundida sostiene que se instituyó en conmemoración al fallecimiento de Albarracín, ocurrido en esa fecha en 1926. La otra versión, considerada más precisa por los historiadores, indica que el propio Albarracín habría fijado el 29 de abril para celebrar el Día del Animal en 1908, hecho que, de manera asombrosa, coincidió luego con el día de su muerte.
Esta jornada se convirtió en una oportunidad para reconocer la necesidad de proteger a los animales contra el maltrato, el abandono y la explotación, causas a las que Albarracín dedicó su vida.
Quién fue Ignacio Lucas Albarracín
Ignacio Lucas Albarracín nació en la ciudad de Córdoba el 31 de julio de 1850. Tras graduarse como abogado en 1873, optó por un camino poco convencional para la época, dedicó su carrera a la defensa de los derechos de los animales. Fue secretario de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales desde su fundación en 1879 y, más tarde, presidente de la institución tras suceder a Domingo Faustino Sarmiento en 1885.
Era conocido como “el loco” debido a sus conductas consideradas excéntricas para su tiempo, tales como interponerse delante de carruajes para impedir el maltrato de caballos o encabezar campañas contra prácticas sociales ampliamente aceptadas como las corridas de toros, las riñas de gallos y el tiro a la paloma. Albarracín también se manifestó en contra de los zoológicos y los circos que utilizaban animales.
Cuáles fueron los aportes de Ignacio Lucas Albarracín a los derechos de los animales
Ignacio Lucas Albarracín fue el principal impulsor de la Ley Nacional de Protección de Animales N°2.786, promulgada el 25 de julio de 1891, conocida también como la Ley Sarmiento. Esta legislación estableció por primera vez en Argentina la obligación de brindar protección a los animales, prohibiendo su maltrato y caza.
La profundidad de su trabajo fue tal que su legislación sirvió como base legal para la Liga Internacional de los Derechos del Animal en 1977 y posteriormente para la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Albarracín también propuso la incorporación en los programas escolares de la materia “Educación Humanitaria”, destinada a fomentar la bondad hacia los animales en las futuras generaciones.